El fabricante japonés de aparatos electrónicos Sanyo, que fue rescatado financieramente el año pasado por el grupo neoyorquino Goldman Sachs y otros dos bancos de inversiones japoneses, reconoció ayer que está siendo investigado por la presunta alteración de sus cuentas de resultados correspondientes al ejercicio de 2003.
«Estamos cooperando con la investigación», señaló ayer Sanyo en un escueto comunicado público. En concreto, la comisión supervisora de la actividad bursátil japonesa ha iniciado una investigación para determinar si la compañía infravaloró sus pérdidas anuales en sus informes públicos. El fabricante de aparatos electrónicos presuntamente ocultó las pérdidas de siete de sus subsidiarias, según un artículo del diario Asahi publicado ayer y que citaba a una fuente no identificada.
Oficialmente, las pérdidas de Sanyo en 2003 ascendieron a los 50.000 millones de yenes (314 millones de euros), pero el diario japonés asegura que los números rojos podrían haber alcanzado los 190.000 millones de yenes (1.195 millones de euros).
La noticia causó el desplome inmediato de las acciones de la compañía en la Bolsa de Tokio. Los valores de Sanyo cayeron el 20,96%, hasta 181 yenes (1,41 euros).
El ministro japonés de Finanzas, Yuji Yamamoto, advirtió, tras el Consejo de Ministros, de que se podría multar a la compañía en caso de que las investigaciones demuestren que alteró sus resultados financieros.
Una investigación similar a Nikko Cordial Corp., el tercer banco de inversiones de Japón, se saldó con la renuncia de seis de sus ejecutivos superiores. Las acciones de la firma cayeron en picado en diciembre debido al temor de que su cotización fuera retirada de la bolsa de valores.
«Si Sanyo corrige sus informes bursátiles anteriores o si los controladores le multan, es posible que pongamos a la compañía en nuestra lista de títulos en observación» para una posible suspensión de la cotización, dijo Satoshi Futagi, portavoz de la Bolsa de Tokio.
Sanyo, que en japonés quiere decir «tres océanos», ha pasado serios problemas financieros y de gestión durante los últimos cinco años. El pasado mes, informó de pérdidas netas por 7.300 millones de yenes (45,8 millones de euros) para el trimestre terminado en diciembre debido al alto coste asociado a los despidos y otros cambios que ha realizado como parte de un plan de reestructuración y saneamiento. Se espera que las pérdidas totales durante este año alcancen los 50.000 millones de yenes (314 millones de euros).
Goldman Sachs, el banco de inversiones más rentable del mundo, los grupos japoneses Daiwa Securities Group Inc. y Sumitomo Mitsui Financial Group Inc. invirtieron 300.000 millones de yenes (1.884 millones de euros) en Sanyo en 2006 a cambio del control administrativo de la empresa.
En la actualidad, Sanyo intenta vender su negocio de manufactura de chip y reestructurar su plantilla para concentrarse en su unidad de baterías recargables, que es la más grande del mundo.