La cementera se instaló en el barrio en los años 70, cuando aún era una zona deshabitada. Ahora que la situación ha cambiado, ya «no tiene sentido» su permanencia, señaló Alberto Ruiz-Gallardón, alcalde de Madrid. «Es incompatible con los nuevos usos del barrio».

Con esta demolición el Ayuntamiento quiere demostrar que cumple sus «compromisos» y que «atiende» a las demandas vecinales, uno de las principales impulsos para dar este paso. Sin embargo, algunos vecinos no tenían tan claro que se les atendiera correctamente, ya que protestaban por el mantenimiento de una segunda hormigonera unos metros más abajo.

La concentración la protagonizaron una decena de jóvenes con pancartas y mascarillas que recordaban al resto de vecinos que la Tarmac -la segunda hormigonera- aún seguía en funcionamiento.Denunciaban que por culpa de las fábricas arrastraban problemas de asma y de conjuntivitis, además de la contaminación que supone para el medioambiente y de las molestias que acarrea el tránsito constante de camiones.

Se atrincheraron en la puerta del recinto y entre gritos reclamaban que se les unieran los transeúntes. «Nos están contaminando la vida y les da igual. Por vuestros pulmones, por vuestros hijos, por vuestra madre. Uníos». Las reivindicaciones tuvieron su efecto y, pese a que muchos les apoyaban desde el otro lado de la acera, más de uno decidió unirse a la protesta.

Ruiz-Gallardón aseguró que el Ayuntamiento sigue trabajando para eliminar también la segunda cementera. Una promesa que no les convence y que obligó al alcalde a salir del recinto por una puerta lateral, debido a que los jóvenes le esperaban cargados con un saco de cemento.

El desmantelamiento de las instalaciones comenzó en 2003, bajo la Alcaldía de José María Alvarez del Manzano. El consistorio llegó a un acuerdo con la empresa propietaria, Hormicemex, para intercambiar esos terrenos, valorados en tres millones de euros, por otros. Así, la próxima construcción del número 48 de la avenida de Manoteras será un parque empresarial y una dotación municipal.

La nueva cementera se construirá en el Camino de la Dehesa, pero mientras se terminan las instalaciones permanecerá en Vicálvaro.La parcela íntegra mide 7.367 metros cuadrados, pero el Ayuntamiento sólo regentará unos 2.000.