Merchán explicó a Europa Press que el mal estado de esta estación, por la que pasan a diario 14.000 viajeros, corresponde a los «continuos actos vandálicos de un grupo de menores del barrio que campan a sus anchas y que han destrozado las instalaciones».

Por este motivo, el presidente de la asociación del distrito de Usera explicó que Renfe retiró hace tres semanas el equipamiento de la estación para reponerlo, pero que «todavía no han dado señales de vida».

«Nos sentimos abandonados por los políticos, que invierten en el ladrillo y no en actuaciones sociales y sanitarias», señaló Merchán, quien afirmó que «los políticos hacen la visita pero que luego se adelanta poco de unas elecciones a otras».

Ahora, los vecinos que no tengan billete deben atravesar la estación hacia la nueva salida y adquirirlo allí si funciona la máquina, o comprarlo en el lugar de destino para así poder salir a la calle, indica una vecina que afirma que «incluso han puesto multas».«Pero, si no hay taquilla, ¿qué culpa tenemos?», dijo.

Fuentes de vigilancia de Renfe aseguraron que «se trata de un popurrí de vandalismo, donde están los yonquis que roban bolsos, delincuentes que asaltan a los viajeros con navaja y el de estos chicos».

En la estación de Orcasitas, trabajan dos vigilantes, uno por la mañana y otro por la tarde, pero el aumento de seguridad no creen que sea la solución. «Poner más vigilantes sería contraproducente ya que lo verían como una provocación», señaló este agente, que indicó que es preferible realizar «un tira y afloja con ellos, para hacerles razonar».

Por otro lado, un portavoz de Renfe explicó a Europa Press que «Orcasitas es una estación en la que se está invirtiendo». Señaló que el año pasado abrieron un nuevo acceso. Sobre la ausencia de máquinas expendedoras y torniquetes de entrada aseguró que «la semana que viene o la siguiente estarán instaladas las nuevas máquinas en la entrada antigua». Además, apuntó que no es la primera vez que se repone este material debido a destrozos. «Renfe está realizando actuaciones para mantener unas instalaciones que no se pueden mantener por el vandalismo», dijo la misma fuente, quien aseguró que se trata de un problema social del que «Renfe también es víctima». Así, señaló que todos los actos delictivos cometidos en la estación han sido denunciados en la comisaría de Usera, con cuyos agentes se ha llegado a un acuerdo para que patrullen con frecuencia la zona.