«Hemos hecho los deberes para seguir siendo competitivos, por eso no hay peligro para las plantas de Renault España, a pesar de que éste será un año delicado, aunque mejor de lo que lo fue 2006», aseguró ayer José Antonio Fernández de Sevilla, presidente de la filial española de la marca francesa.
Durante la presentación de resultados de la compañía, el máximo responsable de Renault España señaló que en el ejercicio anterior la compañía registró unas pérdidas de 11,6 millones de euros, muy lejos de los 204 millones de euros de beneficio con los que cerró el ejercicio precedente.
Esto obedece, indicó Fernández de Sevilla, a que en el balance de 2006 se han incluido los 130 millones de euros que supondrá la reestructuración de la plantilla hasta 2009. También se debe a los ingresos atípicos recogidos en 2005 por la venta de su sede a la constructora Metrovacesa.
Otra de las razones de esta disminución de los resultados netos ha sido la caída de las ventas de vehículos, debido al envejecimiento de buena parte de la gama, así como al escaso éxito comercial del Renault Modus, producido en exclusiva por la planta de Valladolid.
Esta ha sido la razón de la eliminación de dos de los tres turnos de la planta vallisoletana. La de Palencia también redujo su plantilla ante la caída de las ventas provocada por la veteranía del Renault Mégane allí producido.
Durante la mayor parte de 2007 se mantendrá esta situación laboral, a pesar de que la fabricación de vehículos crecerá hasta algo más de 290.000 unidades.
Fernández de Sevilla también destacó que la planta de Valladolid comenzará a montar este año el nuevo Renault Modus, así como una versión alargada de este pequeño monovolumen.
Valladolid, prioritaria
Agregó que la planta vallisoletana «es prioritaria para la adjudicación de un nuevo modelo», basado en la lataforma del Clio y del Modus, que actualmente se ensamblan en esta factoría, aunque no precisó de qué tipo de vehículo podría tratarse.
Palencia, por su parte, comenzará a producir en la segunda mitad del año el nuevo Renault Mégane, momento en el que tal vez podría ampliarse la plantilla.
Fernández de Sevilla alabó la actitud y la labor de CCOO y UGT, que, según dijo, han sido cruciales para lograr que Renault España siga siendo «una de las estrellas» del grupo.
Añadió que el hecho de que «cerca de 1.000 trabajadores» se hayan acogido al plan de bajas incentivadas solicitado por los sindicatos, ha logrado que el expediente de regulación de empleo para 1.300 empleados presentado por la empresa, «quede casi sin efecto».Gracias a todo esto, señaló Fernández de Sevilla que «el entramado industrial de Renault España no está en peligro, ya que cumple todos los parámetros del Contrato 2009», impulsado por Carlos Ghosn tras hacerse cargo de la presidencia de la alianza Renault-Nissan.
Además, aunque el mercado español experimentará en 2007 una caída «del 1,5% o 2%», el presidente de Renault España espera un ligero repunte de las ventas gracias a la llegada de los nuevos Renault Twingo y Laguna, y del Dacia Logan Break.