ALEX OLLER
Será recordado, sobre todo, por una inmortal jugada, junto al gran Larry Bird, que cristalizó en 1987 en la quinta final de los Celtics de la década de los 80, en la que sumaron tres títulos de la NBA. Rebosante de fe y en la plenitud de su carrera, se lanzó frenéticamente hacia el aro de los Pistons después de que Bird robara un saque de banda y, con 106-107 adverso a falta de cinco segundos, le sirviera un pase leal que Dennis Johnson depositaría suavemente en bandeja par el 108-107 definitivo.«¡Robo de Bird, y DJ la mete!», exclamó entonces el locutor de Boston, Johnny Most, en una narración que quedaría para la posteridad.
La posteridad para Johnson llegaría lamentablemente el jueves en forma de fallecimiento prematuro, a los 52 años, cuando apenas empezaba a reactivarse su carrera como entrenador. DJ se colapsó tras sufrir un infarto de miocardio, poco después de una sesión de entrenamiento de los Austin Toros, el equipo filial de Boston al que dirigía actualmente en la D-League.
Aguerrido defensor en esos míticos Celtics de los 80, siempre fue uno de los jugadores predilectos del desaparecido Boston Garden y de los más respetados por su lectura del juego. «Cuando me traspasaron a Boston, empecé a interesarme por el aspecto técnico del baloncesto y pensé en ser entrenador después de mi carrera... Le hacía muchas preguntas al [entonces técnico de los Celtics] KC Jones y me acercaba a Red Auerbach [presidente y ex técnico] para que me contara batallitas. Me dijo: 'Si algún día optas por entrenar, creo que o harás bastante bien'».
Con la demolición del viejo pabellón en 1998 murió también parte del denominado orgullo celta que tan bien encarnaba Johnson en calidad de base talentoso, pero sacrificado en beneficio del equipo, al servicio siempre de figuras de la talla de Bird y comprometido al máximo con la filosofía de un baloncesto colectivo, a la par que vistoso.
Vistoso era también su aspecto físico, caracterizado por unos peculiares lunares bajo los ojos y una cabellera pelirroja impropia de los afroamericanos. El público de Boston, abiertamente racista contra muchos de sus predecesores, acabó encariñándose de un hombre que se definió siempre «como un ganador». En sus 14 años como profesional una trayectoria digna de consideración para el Salón de la Fama del baloncesto: tres títulos de campeón, declarado Jugador Más Valioso de las Finales de 1979 con los Supersonics y cinco veces elegido para el All Star.
A su impoluto currículum sobre el parqué se le sumaron, sin embargo, algunas manchas extradeportivas, como cuando fue arrestado en 1997 tras un episodio de violencia doméstica contra su esposa.Bird, pese a todo, sigue definiéndole como «uno de los mejores con los que jamás jugué».
Dennis Johnson, ex jugador de la NBA, murió el 22 de febrero de 2007 en Austin (Texas, EEUU) a los 52 años de edad.
|