INMA LIDON
VALENCIA.-
El Valencia ha pasado en pocos días de cosechar elogios por su contundente victoria ante el FC Barcelona y su golpe de efecto ante el Inter de Milán a pelear por la Liga en el campo del colista, el Nàstic de Tarragona. Lo de que debía parecer un partido con claro favorito y sin padecimiento alguno, tiene, sin embargo, un halo de suspense, visto que los antecedentes previos, sobre todo cuando actúa como visitante, no son especialmente buenos.
Esta temporada, el equipo de Quique Sánchez Flores ha sufrido lejos de Mestalla, precisamente, con rivales ante los que no se espera un resbalón. El Racing de Santander, el Celta o el Recreativo supieron hacerle daño y la última muestra de la facilidad con que a los valencianistas se le olvidan sus principios la dieron en Getafe.
A esta incertidumbre se une la apuesta que tendrá que hacer Quique por jugadores que no son de su plena confianza. Las sanciones y la acumulación de minutos de algunos hombres hace que el técnico tenga que echar mano de las rotaciones en varias líneas. Albiol cumplirá partido de sanción y dejará su sitio a David Navarro.
La pareja que el canterano forma con Ayala es la que menos gusta al entrenador, pero está obligado. Y es que Albelda tampoco estará en Tarragona después de ver tarjeta roja el pasado domingo. Marchena hará el trabajo del capitán y el peso del juego de ataque recaerá en Hugo Viana, otro de los jugadores a los que Quique da una enésima oportunidad de demostrar su valía. Eso sí, con Baraja en el banquillo tras superar su rotura fibrilar. Curro le dará el relevo a Miguel en la banda derecha y Joaquín entrará en el once para que Angulo se lo dé a Morientes.
Pero la novedad en la convocatoria del Valencia es Asier Del Horno. El lateral izquierdo volverá a sentarse en un banquillo nueve meses después. Ha superado la lesión en el tendón de Aquiles con la que llegó al club y Quique sólo espera ya el momento de darle entrada en el once.
Si examen es este partido para los jugadores, todos los que restan hasta el final de temporada lo son para el técnico. Juan Soler ya ha reconocido públicamente que el Valencia no deja de rebuscar el mercado en busca de un buen entrenador capaz de sustituirlo, por si pega una espantá pese a que tiene un año más de contrato.
Más difícil es el panorama que tiene Paco Flores. La grada ya pide su destitución y una derrota casi condenaría al Nàstic al descenso. El técnico recupera a Mingo en el lateral izquierdo, mientras que Ribeiro suplirá al lesionado Campano. Castigado se queda también Matellán por su mal partido en Santander y su lugar lo ocupará David García.
El gol se lo confiará Flores a Antonio Pinilla, que 15 años después de colgarse el oro olímpico en Barcelona volverá a coincidir con Santiago Cañizares. Un duelo con sabor añejo entre dos todoterrenos de la Liga española que acumulan mucha experiencia en sus botas.
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