REAL MADRID 79
LAGUN ARO BILBAO 75
R. López (8)
C. Smith (11)
M. Tomas (9)
Hervelle (10)
Sekulic (8)
F. Reyes (14)
Bullock (11)
Milic (2)
Tunceri (6)
H. Sonseca (-)
Mumbrú (-)
s.c.
Azofra (3)
Savovic (1)
Panko (24)
Rancik (6)
Banic (2)
Montáñez (11)
Weis (21)
Salgado (-)
Antelo (5)
Majstorovic (2)
Arbitros: Redondo, García González y Cortés
Eliminados: Banic y Hervelle.
PALACIO VISTALEGRE. 6.400 ESPECTADORES.
El Real Madrid sacó adelante la visita del Lagun Aro sin mayores problemas. La resistencia bilbaína sólo duró medio partido. Después, sus carencias, sobre todo ofensivas, quedaron en evidencia en un mal tercer cuarto y el líder pudo reforzar su posición ante un equipo contra el que nunca ha perdido. Ayer tampoco tocaba, pese a la digna resistencia.
Después de contener al Madrid en los primeros minutos, el Lagun Aro supo hacer de sus alternativas defensivas la manera de mantener la igualdad hasta el descanso. En un partido jugado a ritmo cansino, Txus Vidorreta ya había activado a todos los jugadores de banquillo, pero el acierto en los triples permitía al líder castigar la defensa del equipo bilbaíno, al que le volvían a pasar factura los malos porcentajes en los tiros de dos y libres. El papel de Rancik (cero puntos y cero rebotes al descanso), empieza a resultar irrelevante y, con Recker fuera del partido, Panko y Weis tenían que tomar la responsabilidad ofensiva y reboteadora.
El Real Madrid parecía jugar sin forzar la máquina, aunque quizás sea una cuestión de falta de frescura. Para entonces ya se conocía que el Tau y el Akasvayu habían perdido y el líder podía administrar sus fuerzas ya que la falta de acierto del Lagun Aro le permitía transitar por el partido sin agobios. Bullock y Charles Smith eran vigilados de cerca, pero el Real Madrid tiene argumentos de sobra para anotar en situaciones de ventaja. Por ejemplo, seis jugadores distintos anotaron al menos un triple en la primera mitad.
Al Lagun Aro se le olvidó que la consigna del inicio también valía para la vuelta de vestuarios. Entre sus pérdidas y que el Real Madrid anotó todo lo que tiró, un parcial de 10-2 colocó a los blancos 10 puntos de delante (48-38) y ya no hubo vuelta de hoja. La defensa madridista se colocó al nivel habitual esta temporada y los constantes errores de los visitantes convirtieron la segunda parte casi en un monólogo: Weis y Panko contra el mundo. Muchos jugadores del Madrid eran capaces de anotar, muchos del Lagun Aro fallaban y así, el domino del rebote de los vascos fue inútil. El equipo de Joan Plaza controlaba con el rabillo del ojo. Cuando veía a su rival cerca, apretaba el acelerador y se volvía a ir.
Tal exceso de confianza, como demostró Plaza al dar entrada al reaparecido Mumbrú, pudo pasarle factura, ya que el Lagun Aro no se rindió y llegó a colocarse a tres puntos (74-71) a dos minutos del final tras un parcial de 0-11. Weis, que había logrado su récord de puntos en la ACB, falló dos tiros libres y Raúl López respondió con un triple que parecía liquidar el asunto. Pero ya se sabe que con el Lagun Aro hay que jugar hasta el final y sólo unos pasos dudosos señalados contra Azofra impidieron a los bilbaínos realizar el último tiro para la prórroga o el triunfo.