La Generalitat pondrá sobre la mesa del Gobierno central en las próximas semanas el traspaso de la red de Cercanías de Renfe en Cataluña, tal y como recoge el texto del nuevo Estatut.Así lo comunicó ayer el conseller de Política Territorial, Joaquim Nadal, en una entrevista radiofónica. El departamento aprovechará que hoy se constituye la Comisión Bilateral Estado-Generalitat para pedir una reunión en la que hablar del futuro traspaso.
Pese a la urgencia que Nadal pueda subrayar en el encuentro, la Generalitat quiere asegurarse que antes del traspaso se ejecuten todas las inversiones previstas, especialmente en un momento en el que el déficit de éstas en el pasado y las obras del AVE a la entrada a Barcelona (éstas últimas causan un 15% de las averías) están saliendo a flote con un sinfín de averías que está afectando a los miles de usuarios que utilizan sus trenes todos los días. Madrid se ha comprometido a ejecutar 1.800 millones de euros en los próximos seis años para dejar la infraestructura viaria y móvil en condiciones.
Aún así, «no esperaremos seis años a tener el traspaso», aseguró el conseller, que advirtió que la ejecución de las inversiones permitirá a la Generalitat «poder abordar esta competencia con la tranquilidad de poderla ejercer con la calidad y la excelencia con la que lo queremos hacer, que es la que hemos estado demostrando con los Ferrocarrils de la Generalitat».
Nadal criticó ayer el hecho de que «la red de Cercanías mantiene una estructura similar a la de los años noventa aunque ha doblado los usuarios, por ello, se debe mejorar la señalización, los sistemas de información, mejorar la catenaria e introducir nuevos trenes».
Un día después de que la vicepresidenta María Teresa de la Vega pidiera disculpas en nombre del gobierno por las reiteradas interrupciones del servicio de Renfe, el conseller Nadal las recibió como «un mínimo indispensable». Argumentó que «la irritación y la reitaración de las incidencias había puesto a los usuarios en una situación límite» y apuntó que «entiendo que las excusas son indispensables, pero una vez dichas, cabe pasar a la acción, dando más información, más capacidad de respuesta, poniendo más trenes y dando más inversión».
El conseller recordó que hoy entrarán en funcionamiento dos nuevos convoyes en la línea C-4, que enlaza Manresa con Sant Vicenç de Calders, pero insistió en que, para que se note «a fondo» la mejora, «hace falta que haya un ritmo, una continuidad, una puntualidad» que en los últimos meses «brilla por su ausencia».
El alcalde de Barcelona, Jordi Hereu, confió ayer en que «en los próximos meses» se vean inversiones «tangibles» del compromiso de la vicepresidenta del Gobierno de destinar más recursos al servicio de Cercanías Renfe. En declaraciones a Europa Press, Hereu afirmó que, además de un «importante» esfuerzo económico, hay que normalizar el funcionamiento: «Como el servicio no puede parar, hay que hacer una transformación minimizando a la vez las incidencias».
El alcalde agradeció que se «refuerce» el plan de choque, porque era «necesario», e insistió en que «no hay que escatimar recursos en minimizar los efectos de las incidencias; y, cuando se den, mejorar la política de información».
Menos satisfecho se mostró el portavoz de CiU en el Parlament, Felip Puig, quien exigió al Gobierno y a la Generalitat «menos palabras y más hechos» para evitar las incidencias que se repiten en el servicio de Cercanías de Renfe desde hace meses.
Puig consideró negativo que «en los dos gobiernos exista el mismo color político porque se rebaja la tensión política e impera la sumisión». Según el dirigente nacionalista, por este motivo la Generalitat no exige con la contundencia necesaria que el Gobierno cumpla con sus promesas.
El portavoz de la federación nacionalista en el Parlament recordó que el pasado mes de septiembre Joaquim Nadal y la ministra de Fomento, Magdalena Alvarez, presentaron «a bombo y platillo» un convenio para mejorar la red de infraestructuras ferroviarias, y posteriormente, en noviembre, un plan de choque, a pesar de lo cual continúan produciéndose incidencias. También avisó de que CiU «no bajará la guardia» en este tema y «marcará» de cerca a la ministra.