La Fiscalía, según las mismas fuentes, intenta establecer si, en algún momento, la empresa matriz ha tenido conocimiento de los manejos de un personaje que decía actuar en su nombre y que habría estafado, hasta el punto de llevar a la quiebra a algunos de los titulares de las franquicias de Viajes Iberia en Barcelona.

Hasta ahora figuran tres empresarios afectados que poseían cuatro locales de Viajes Iberia en diversos puntos de la provincia de Barcelona: en Les Franqueses del Vallès, Badia del Vallès, Premià de Mar y Mataró.

Algunas de las víctimas de esta estafa podrían haber perdido toda la inversión inicial realizada en la puesta en marcha de su agencia de viajes con el sello de Viajes Iberia e incluso la titularidad del negocio. Todo ello valorado en unos 100.000 euros. El principal acusado, C.C., debía prestar declaración el pasado viernes 23 ante la policía judicial, aunque, según las fuentes consultadas, podría haber excusado su presencia alegando un problema cardiaco.

Este individuo habría contactado con los afectados, se habría presentado como antiguo accionista y actual directivo de Viajes Iberia -aunque ni por asomo consta que tenga relación alguna con la familia o el grupo Fluxà- y les habría propuesto asociarse con él para abrir franquicias del conocido grupo turístico. Cuando las víctimas lograban un local, ya fuera en régimen de alquiler o de propiedad, lo habían amueblado siguiendo las estrictas directrices de Viajes Iberia y habían puesto en marcha el negocio, a pesar de que la marcha de los locales parecía ir bien, Viajes Iberia no parecía satisfecha. De las liquidaciones entre franquiciados y franquiciador se ocupaba el supuesto estafador. Sobre el papel constaba que las víctimas incumplían desde el principio sus obligaciones económicas con la compañía propietaria de la marca.

Cuando los expedientes llegaban a la dirección general de franquicias de Viajes Iberia, la deuda de los franquiciados con la marca alcanzaba cantidades inasumibles por las víctimas de la supuesta estafa.

La empresa matriz, según esta versión, habría acudido al rescate de sus franquiciados, pero a cambio de hacerse con la propiedad de los locales de los perjudicados por la supuesta estafa. Sin embargo, el supuesto estafador volvía a hacer acto de presencia cuando Viajes Iberia debía liquidar la diferencia entre el valor de los locales con los que se hacía y la deuda contraída y lograba hacerse también con esa compensación.

En total podría haber logrado cerca de medio millón de euros sólo de los cuatro casos conocidos en los que ha intervenido.

La investigación, que se inició semanas antes de que el fiscal jefe saliente del TSJC, José María Mena, se jubilara y abandonara el cargo a finales de 2006, tiene carácter de diligencias previas preprocesales de la Fiscalía, De momento, está llevando la investigación la unidad de Policía Judicial asignada al ministerio fiscal.

Aunque las citadas fuentes judiciales aseguran que ya han declarado ante la policía en la Fiscalía los representantes legales de Viajes Iberia, este diario no logró ayer obtener la versión de la compañía sobre la investigación de la supuesta estafa a sus franquicias.

Según la versión a la que ha tenido acceso este diario, los representantes legales de Viajes Iberia, y concretamente, responsables de la dirección general de franquicias, ya habrían comparecido ante la policía judicial en la Fiscalía para ser informados de la investigación iniciada y para que aportaran cualquier dato que permitiera al ministerio público empezar a esclarecer los hechos.

Ante el planteamiento de los denunciantes, Viajes Iberia y sus abogados, el bufete Uría & Menéndez, se han mostrado, en sus comparecencias en Fiscalía como desconocedores de la existencia de irregularidades. Aunque admiten que han tratado con C.C., niegan que éste sea o haya sido en momento alguno representante de la compañía y que, en la práctica, contemplan el asunto como un problema entre socios.

Y es que el supuesto estafador se habría presentado ante Viajes Iberia como hiciera con las víctimas de la supuesta estafa. Presentaba a sus víctimas ante la compañía como sus socios en el negocio y aparecía así como el único interlocutor. De manera que, según las mencionadas fuentes conocedoras de los hechos, Viajes Iberia ha sufrido el perjuicio de encontrarse con nuevos franquiciados que no cumplían con sus compromisos y lo que se dirime en la Fiscalía no es sino un «problema entre socios». Los abogados de los perjudicados, sin embargo, aún confían en que Viajes Iberia intente algún tipo de compensación a las víctimas.