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| Los científicos deben dudar de cualquier afirmación y corregir los errores (J. R. Oppenheimer) |
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| IMPRESIONES |
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| La incertidumbre de la transferencia de la red de Renfe en Cataluña |
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Sólo es cuestión de semanas que la transferencia a la Generalitat del servicio de Cercanías de Renfe ocupe buena parte de las primeras planas de los diarios. El conseller de Política Territorial, Joaquim Nadal, lanzó ayer su intención de iniciar el proceso de análisis para que la red pueda ser titularidad de la Generalitat y no del Estado, como actualmente. La reivindicación no es nueva en el PSC, que incluso ha planteado la fusión de ésta con Ferrocarrils de la Generalitat para conseguir un ente unitario en la geografía catalana. La idea se incluyó en el Estatut y recibió el apoyo por parte del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, dos anclas que van a servir para lastrar la idea del tripartito de conseguir su objetivo cuanto antes. La inoperancia e ineficacia de Renfe y del Ministerio de Fomento en los últimos meses para salvaguardar el buen funcionamiento del servicio puede servir también como arma arrojadiza para el Gobierno catalán, que hasta ahora no ha elevado el tono de voz para criticar las reiteradas averías, pero que anuncia en firme sus pretensiones en un momento que se puede considerar de oportunista. Lo importante, no obstante, es que se ejecuten las inversiones necesarias para que los trenes funcionen como en cualquier país desarrollado y que los usuarios no tengan que acudir a las estaciones con la incertidumbre de desconocer si su trayecto ferroviario tardará lo previsto o si definitivamente lo realizarán en autobús. Mientras tanto, el debate político sobre la titularidad de vías y estaciones puede ser tan pesado como incierto. Uno de los puntos a tener en cuenta es que el servicio está a las puertas de la liberalización, por lo que puede ser que ni tan sólo sean trenes Renfe los que transporten a los ciudadanos.
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