MANUEL MILIAN MESTRE
Quienes saben de estas cosas -policía y servicios de seguridad- andan abrumados con la floración de especímenes nocivos que fundamentan los peores presagios acerca de la inocencia de «los políticamente correctos». El frenesí de la duda no ha penetrado todavía en sus cabezas, convertidos en tontos útiles al mejor dicterio de Lenin y Stalin en la Revolución. «Aquí no pasa nada; se vive como en parte alguna» aseveran, al igual que las encuestas de los obreros británicos encandilados por el sol y el PIB español.En Africa, en el Magreb, en Pakistán son legión los que así piensan.España otorga cobijo, sanidad gratuita, caridad cristiana para los que se dicen a sí mismos caritativos servidores del Islam.¿Dónde servir mejor a la causa de la subversión y de Al Qaeda que en España, puerta de acceso a la Europa, dormida en los placeres del bienestar? «Yo os mando cinco cosas: que os agrupéis, obedezcáis, emigréis, y hagáis la yihad por Alá. La mejor forma de ayudar a hacer daño a los infieles y producirles aflicción y pesar es asociarnos a nuestros hermanos de Tanzim Qaidat Al Yihad » Prometemos fidelidad al cheij Abu Abd Allah Osama Bin Laden para golpear por Alá a quien él desee". Éstos son los mandamientos del comunicado del Grupo Salafista para la Predicación y el Combate, escisión más radical aún del GIA argelino.
Sus bases de entrenamiento están en el Sáhel, entre Malí, Mauritania y Níger, en pleno descontrol y con abundante dinero de Arabia Saudí. Es de conocimiento general de los servicios de inteligencia occidentales; y sus objetivos más próximos son España y Francia (El País, 11.2.2007). Los que todavía dudan del origen del 11-M tendrán materia para no dudar en las próximas semanas del macro juicio. Los cándidos "buenistas", postulantes de la implantación de mezquitas financiadas desde Arabia en nuestros lares, tal vez algún día entenderán lo que eso significa en el código de la ley islámica. Los importadores de mano de obra indiscriminada tendrán ocasión de arrepentirse. Entretanto, en Reus, se detuvo recientemente al marroquí Mbar el Jaafari, militante del GSPC, que había reclutado a más de treinta jóvenes para el suicido en Irak y en Occidente. En Salou ya en su día se reunieron algunos de los terroristas con Mohamed Atta, principal agente del ataque a las torres de Nueva York. Otra casualidad. Y estos días la policía busca el origen y la intencionalidad de esos doce fusiles de asalto, de potencia y precisión, hallados en una bolsa próxima a una cantera de Tarragona. Rifles de fabricación alemana, y propiedad del Ejército Noruego, que reconoce haber sido objeto de robos en los últimos 25 años -en total 976 rifles desaparecidos y 47 metralletas-. Toda una bagatela.
No seré yo quien apunte al terrorismo islamista, pues avezados estamos a otras bandas peligrosísimas del Este que siembran el terror en asaltos domiciliarios y en urbanizaciones. La provincia tarraconense parece ser una mina para estos sujetos sin escrúpulos.Mi pregunta es: ¿dónde está la garantía de la seguridad privada y pública? ¿No parece sintomática tanta coincidencia en Catalunya? Doce años atrás ya preguntaba por el GIA y toda esa casuística en las Comisiones de Exteriores y de Interior del Congreso de Diputados. Lo tenía más claro que mis colegas de entonces que me tachaban de alarmista. ¿Qué dirán ahora? ¿Qué acaba de avisar el responsable dimitido recientemente de la seguridad y terrorismo de la UE? Lo prudente es analizar las cosas que suceden. Lo inteligente, utilizar el cerebro para la prospectiva. Nadie se arma por espíritu benéfico. Quien lo hace se prepara para la acción. Quien busca la paz y la convivencia no se arma. El sentido común nos avisa de que algo pasa en nuestras tierras. Y en las canteras
|
