BARCELONA 3
ATHLETIC 0
Valdés
Oleguer
Thuram
Puyol
Gio
Edmilson
Iniesta
Xavi
Giuly
Eto'o
Ronaldinho
Cambios: Messi por Eto'o (min. 67)
Saviola por Giuly (min. 79)
s.c.
Sylvinho por Edmilson (min. 82)
s.c.
Aranzubia
Expósito
Sarriegi
Amorebieta
Casas
Iraola
Murillo
Javi Martínez
Yeste
Gabilondo
Urzaiz
Cambios: Aduriz por Murillo (min. 46)
Llorente por Urzaiz (min. 54)
Bergara por Sarriegi (min. 78)
s.c.
Arbitro: Lizondo Cortés
Tarjetas amarillas: Bergara.
Goles: 1-0: Amorebieta, en propia puerta (min. 22); 2-0: Xavi (min. 29); 3-0: Eto'o (min. 40).
BARCELONA.- Con la mirada perdida, se fue hacia el córner. No tenía demasiado claro qué hacer. Decidió entonces apoyarse en el banderín y aguardó a que Ronaldinho, unas veces enemigo, muchas otras fiel escudero, fuera el primero en felicitarle por el tanto que ponía fin a su particular travesía por el infierno. Le hacía falta a este Barcelona una jugosa transfusión de la efervescente sangre de Samuel Eto'o. Volvió el camerunés al equipo titular cinco meses después de que se quebrara su rodilla en Bremen, justo el tiempo pronosticado en su día por el doctor Ramón Cugat, y logró arrancarle al Barcelona esa fea careta que ha venido deformando su identidad las últimas fechas. Con Eto'o como gran estilete (un gol y una asistencia), Ronaldinho agitando su varita mágica por mucha panza que tenga, y el binomio Xavi-Iniesta dominando el partido como si manejaran un gamepad, el Barça acabó con la frágil resistencia de un Athletic que sigue pernoctando en el descenso. Los de Rijkaard, en cambio, aprovecharon los despistes de sus perseguidores para afianzar su liderato.
Aunque, más que la primera plaza, lo que ilusiona realmente al barcelonismo es el regreso de un hijo pródigo que a punto estuvo de ganarse el papel de proscrito por negarse a jugar ante el Racing o aguijonear sin compasión a dos de los pilares del grupo, Rijkaard y Ronaldinho. Estos dos últimos han demostrado ser poco rencorosos, por lo menos en cuanto al espectáculo futbolístico. El primero le concedió la titularidad sorprendentemente cuatro días después de dejarlo fuera de la lista ante el Liverpool. El segundo, fiel a su camaradería sobre el césped, le cedió parte de la gloria ofreciéndole una medida asistencia. Como en los viejos tiempos. Eto'o, imparable en carrera y letal en la definición. Ayer, Aranzubia poco pudo hacer ante el tiro cruzado del nueve que colocaba el 3-0 en el marcador.
José Manuel Esnal, Mané, quizá pensaba que servía con imitar a Quique Sánchez Flores o Rafa Benítez, y optó por poblar el centro del campo. Se olvidó de Aduriz, colocó a un intrascendente Javi Martínez, y confió ciegamente en que Urzaiz cazara algún balón al vuelo que le resolviera la papeleta. Pobres argumentos.
La metamorfosis del Barcelona responde también a la enésima revolución de Rijkaard -ya lleva 24 alineaciones diferentes en 24 jornadas de Liga-. Messi, titular ante el Liverpool, le cedió el puesto a un jugador tan deprimido como Giuly, que ayer decidió intervenir en la fiesta con un notable encuentro. El primer gol lo parió el menudo francés tras una incursión al área que acabó en asistencia al corazón del área. Ante el acoso de Eto'o, Amorebieta se hizo un lío con los pies de lo más cómico y acabó colándose el balón en propia meta. Era el minuto 22, y el Athletic ya no volvió a respirar.
Para colmo de los males rojiblancos, el convexo Ronaldinho estuvo estelar. Ahora que es de dominio público que la mala preparación física del brasileño ha desembocado en un abdomen curvilíneo debería entenderse cierto déficit de explosividad y desborde del brasileño. Aunque visto lo de ayer, todo eso suena a risa. Quizá Rubens tenía razón, y la belleza resida en la carne colgante. Puskas, Maradona o el propio Ronaldo ya han demostrado que el éxito no está reñido con el buen vivir. Ronaldinho volvió a encarar con grandeza, pasó con maestría, tiró un balón al palo y participó activamente en el segundo gol del partido, con increíble pase a Eto'o, que a su vez cedió de medio lado a un Xavi fino en el remate. Quizá Ronaldinho añoraba un estímulo como la presencia de Eto'o para volver a presumir de dientes y abdominales. Falta le hacía al Barça.