VILLARREAL 2
MALLORCA 1
EL MADRIGAL. 19.000 ESPECTADORES.
Barbosa
Javi Venta
Fuentes
Cygan
José Enrique
Josico
Senna
Marcos
Mati Fernández
Forlán
Tomasson
Cambios: Viera por Barbosa (min. 46)
Cani por Josico (min. 70)
Somoza por Senna (min. 72)
Prats
Varela
Ballesteros
Nunes
F. Navarro
Pereyra
Jonás
Tuni
Ibagaza
Arango
Jankovic
Cambios: J.López por Pereyra (min. 34)
Víctor por Jankovic (min. 61)
Maxi López por Tuni (min. 69)
Arbitro: Rubinos Pérez
Tarjetas amarillas: Cygan, Mati Fernández, Somoza, Tuni, Ibagaza, Maxi López, Valera.
Goles: 0-1: Pereyra (min. 26). 1-1: Tomasson (min. 37). 2-1: Fuentes (min. 89).
VILARREAL.- Jornada clave para el Villarreal, que precisaban obtener la victoria para desprenderse de los agobios tras haber perdido tres partidos consecutivos y, lo que es peor, después de ver de cerca la zona de descenso. Tener una soga amarrada al cuello impide vivir con dignidad. No permite respirar, pensar, reaccionar. La tensa cuerda que anuda a aquellos equipos que conviven en el borde del abismo del descenso es, además de alargada, irrompible. Los conjuntos que están unidos por ella son incapaces de actuar con naturalidad. Aguantan como pueden.
El Villarreal y el Mallorca son dos claros ejemplos de lo mal que se vive en el infierno. Creados para dar espectáculo, son equipos que no saben cambiar de rol y menos aún buscar la victoria por la vía fácil. Ayer, los amarillos jugaron de forma directa, pero sin pólvora en ataque, mientras que los bermellones se limitaron a ver venir al rival. Para ellos, el empate inicial era un gran resultado. Aunque nada mejor que llevarse el primer premio, y si no fuera porque Fuentes despejó el tiro de Arango en la misma línea de gol, se lo hubieran llevado los mallorquines. A los 26 minutos sorprendió Pereyra en un córner donde sus rivales fueron molestados por el reflejo del sol. Su tanto fue contrarrestado por Tomasson, que sólo tuvo que empujar el esférico dentro de la red tras una perfecta jugada individual de Matías Fernández, que dejó fuera de combate a los defensas que le salieron en su búsqueda. El argumento volvía a estar abierto, aunque en esta ocasión fueron los amarillos los que decidieron tomar más protagonismo. Entre los actores ya no estaba Barbosa, que cayó lesionado.
Cuando el tiempo se acaba, aparecen las prisas. El instinto de supervivencia del equipo de Pellegrini apareció a un minuto del final. Así, Fuentes ejecutó al Mallorca con un certero cabezazo. Sus compañeros, en vez de abrazarle para celebrar el gol y la victoria, respiraron aliviados. El descenso queda un poco más lejos.