GIMNASTIC 1
VALENCIA 1
NOU ESTADI. LLENO.
Bizzarri
Pampa Calvo
Navas
David García
Mingo
Chabaud
Morales
Cuéllar
Pinilla
Gil
Portillo
Cambios: Generelo por Chabaud (min. 61)
Rubén Castro por Gil (min. 67)
Grahn por Pinilla (min. 82)
Butelle
Curro Torres
Ayala
David Navarro
Moretti
Marchena
Hugo Viana
Joaquín
Silva
Angulo
Villa
Cambios: Morientes por Angulo (min. 57)
Miguel por Joaquín (min. 79) s.c.
Pallardó por Hugo Viana (min. 91) s.c.
Arbitro: González Vázquez
T. amarillas: Gil, Pinilla, Chabaud, Joaquín, Marchena, Pampa Calvo, Morales y Mingo.
Goles: 0-1: Joaquín (min. 63); 1-1: Rubén Castro (min. 92).
TARRAGONA.- El Valencia se dejó dos puntos en Tarragona. O el Nàstic consiguió uno in extremis. Dos lecturas opuestas con consecuencias encontradas para ambos conjuntos. El equipo de Quique Sánchez Flores cede algo de terreno en la lucha por los puestos de cabeza, sumándose así a la tónica general protagonizada también por Madrid, Atlético y Sevilla. Los grana, mientras, suman un solitario guarismo que de poco vale en su desesperada lucha por evitar el descenso. Los de Flores siguen a 12 puntos de una salvación que se antoja más que complicada, visto que cada vez queda menos tiempo para reaccionar.
El Valencia amenazó la portería grana incluso desde antes de cumplirse el primer minuto, pero no supo matar el encuentro. Villa, el mejor delantero de la Liga, se plantó solo ante Bizzarri cuando sólo se llevaban 37 segundos de partido. El meta argentino, por fortuna para los locales, se las arregló como pudo para desbaratar tan madrugadora ocasión. Quique había obtado por plagar su alineación de novedades, tal vez para compensar el desgaste producido por el trabajado empate logrado en San Siro frente al Inter.
El Nàstic, mientras, sólo se mostraba capaz de generar peligro en ataque con jugadas a balón parado. Al equipo de Paco Flores le faltaba control en el centro del campo y el Valencia, siempre bien colocado atrás, no ocultaba que su mejor cara llega siempre a la contra. Con la velocidad de Villa y su olfato, los de Quique estaban aparentemente convencidos de romper la defensa rival y llevarse el partido casi sin despeinarse.
Villa fue, precisamente, el más incisivo sobre el terreno de juego en los primeros 45 minutos. Lo intentó de todas las maneras imaginables, incluso con un lanzamiento de falta que se fue envenenando y salió rozando el poste derecho de la portería defendida por Bizzarri. El Nàstic, mientras, encontraba en Gil y Portillo a sus baluartes en ataque, aunque casi siempre faltos de puntería. Tuvo que ser un defensa, Pampa Calvo, el que tuviera la acción de gol más clara para los locales, en una jugada personal bien cortada finalmente por Butelle cuando moría la primera parte y Portillo esperaba, inútilmente, el pase de la muerte en el punto de penalti.
El cuadro cambió poco en la segunda parte. Hasta que Quique se decidió a dar entrada a Morientes por Angulo. Un cambio que aportó algo más de frescura y movilidad a un ataque valencianista en el que Villa seguía siendo santo y seña. Un remate suyo en semifallo, a centro de Hugo Viana y salvado por Bizzarri in extremis, fue aprovechado por Joaquín, en fuera de juego posicional en el inicio de la jugada, para marcar el primer gol. El tanto fue prácticamente lo único bueno que hizo el ex del Betis, falto de la velocidad que caracterizaba su juego como verdiblanco.
El Valencia trató, con éxito en gran parte, de dormir el partido, mientras al Nàstic le traicionaban la suerte y la puntería. Un centro chut de Cuéllar se estrelló en el travesaño valencianista y Pinilla vio como la defensa enviaba poco después su remate a córner. Cuando todo parecía visto para sentencia, no obstante, apareció Rubén Castro. El delantero cedido por el Deportivo dejó otra vez patente su olfato goleador al rematar un medido centro de Portillo en tiempo añadido, sin tiempo para más. Un empate que, no obstante, sólo sirve para dar moral a los grana.