Lunes, 26 de febrero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6280.
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FUTBOL / Real Madrid
Un año sin Florentino; ¿hasta cuándo?
EL 27 DE FEBRERO DE 2006 DEJO LA PRESIDENCIA EL HOMBRE DE LA REGENERACION ESTA MUY PREOCUPADO POR LA DERIVA DEL CLUB
JESUS ALCAIDE / CARLOS E. CARBAJOSA

MADRID.- «Se trata de una decisión profunda y meditada. Espero que sea entendida desde la normalidad». Al filo de las nueve de la noche del pasado 27 de febrero, Florentino Pérez dejaba atónitos a todos al anunciar su marcha del Real Madrid. La sala de prensa del Santiago Bernabéu casi revienta. A los pocos segundos, la noticia ya había dado varias veces la vuelta al mundo. Cinco años, siete meses y 11 días después de su elección decía adiós el hombre de las grandes ideas, de la ilusión y de la regeneración. Mañana se cumple un año de su dimisión. Un año sin Florentino. ¿Hasta cuándo?

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No hay nadie dentro o fuera del fútbol que sea ya capaz de desligar la vida del Real Madrid de la figura del super empresario. No es casual, por lo tanto, que el largo silencio de Florentino durante este año haya generado ansiedad por igual entre los que le veneran y añoran, y los que le temen y envidian. ¿Hasta cuándo sin Florentino? Los que le conocen bien saben perfectamente que cuando llegue ese momento no lo anunciará; volverá.

¿POR QUÉ LLEGO?

Regreso de los valores y defensa del socio

Socio blanco desde el año 1960 y en la super élite empresarial española y mundial, Florentino entendió en el verano de 2000 que el Real Madrid peligraba. El futuro de los valores que elevaron al club al primer nivel del deporte mundial en la extraordinaria etapa de Santiago Bernabéu no sólo no estaba claro, sino todo lo contrario. La imagen se descomponía, la marca se venía abajo ante la pasividad de los dirigentes del momento. Además, el agujero económico que se zampaba al Real Madrid lo estaba gangrenando (deuda de 46.000 millones de pesetas). Las bases de su modelo deportivo eran tan simples como espectaculares: fichar a los mejores jugadores del mundo para una múltiple misión: ganar, dar espectáculo, generar admiración y multiplicar los ingresos.

¿QUÉ CONSIGUIO?

Estadio, Ciudad Deportiva, 'galácticos', ocho títulos...

Las obsesiones de Florentino en el Real Madrid se podrían resumir en dos: que el club recuperara el primer puesto en el escalafón y que los mejores futbolistas vistieran la camiseta blanca. A lo largo de su mandato, apenas fichó una quincena de jugadores (siete la última campaña). Hoy parece poco menos que un sueño la llegada de forma encadenada de aquellas cuatro estrellas: Figo, Zidane, Ronaldo y Beckham. El fútbol mundial abría la boca al paso del Madrid y de una idea de grandeza asombrosa.

Mientras tanto, al estadio Bernabéu se le dio la vuelta como a un calcetín: calefacción, escaleras mecánicas, ascensores, la megatienda... Uno de sus grandes proyectos electorales tomó cuerpo: la nueva Ciudad Deportiva, 120 hectáreas en el corazón de Madrid. El recinto ha servido de modelo para otros grandes clubes mundiales.

La FIFA nombró al Real Madrid «Mejor Club del siglo XX», mientras se sucedían los éxitos deportivos: ocho títulos, a los que el ex presidente añade el regreso del Castilla a Segunda tras ocho años de ausencia fue otro trofeo.

A los cuatro primeros grandes fichajes, que la prensa bautizó como los galácticos (del club no surgió ese apodo), les siguieron otras estrellas, como Owen, o promesas reconocidas: Ramos, Cicinho, Diogo, Robinho... Otros fichajes no cuajaron, con mención especial para Gravesen, Pablo García y Samuel.

En seis años no hubo un solo incidente en el estadio. Florentino aún se emociona cuando recuerda la forma ejemplar en que 80.000 aficionados desalojaron el Bernabéu tras el aviso de bomba durante el encuentro de Liga con la Real (12 de diciembre de 2004). El 10 de marzo de aquel año, el Madrid eliminó de la Champions al Bayern. La mañana siguiente estalló la ciudad. También lo hizo el equipo de fútbol. La cadena de títulos se detuvo en seco.

A todo esto, un potentísimo motor se colocó en el cuarto de máquinas del Real Madrid con la llegada de Florentino: el marketing, la vía más útil para la expansión de la marca y la generación de extraordinarios recursos económicos. La apuesta decidida por esta vía implicó el cambio en algunos modales arraigados en la mayoría de los casos sin que mediara una mínima reflexión. Los derechos de imagen de los jugadores, los patrocinadores, la expansión por nuevos continentes, las giras, la apuesta por los medios de comunicación propios... Se removieron los cimientos y el ejemplo fue imitado por los grandes clubes españoles.

¿POR QUÉ SE FUE?

Creyó que el modelo estaba bien asegurado

Florentino entendió que el modelo de dirección y gestión del Real Madrid había cuajado y que el camino estaba definido para los sucesores. Creyó que la estabilidad y la línea de progreso estaban aseguradas, y que los principios que habían devuelto al Madrid hasta la élite no podrían ser malinterpretados. Su entorno afirma que lamenta aquella convicción.

La dimisión se produjo en un momento horrible de resultados. Se habría marchado igualmente si hubieran sido buenos. De hecho, a comienzos de 2004 manejaba muy seriamente la posibilidad de no presentarse a la reelección. Florentino lo habría hecho si alguno de los otros candidatos le hubiera convencido de que el modelo de regeneración y expansión iniciado cuatro años antes iba a mantenerse. Pero no fue así. En cualquier caso, su decepción respecto al vestuario también ayudó a su decisión: «Tal vez, los he maleducado», afirmó la noche de su dimisión.

¿POR QUÉ VOLVERIA?

Cuando deba hacerlo, no hablará; se presentará

Florentino ha admitido a sus íntimos que cometió el error en la designación del sucesor. Entiende que la presidencia del Real Madrid confunde a algunas personas; que se confundió Fernando Martín y que Ramón Calderón se ha confundido sin remedio posible.

No comprende por qué hoy se cuestiona hasta el límite el modelo que propició el gran salto de calidad del Real Madrid. Los que están cerca de él comentan que el ex presidente asiste con tristeza a la forma en que incluso se quiere ocultar hasta que Zidane ha jugado en el Real Madrid. Y lamenta que parte de ese aparato borrador está en manos de prensa que se dedica a la información del Real Madrid, pero cuyos componentes nunca amaron al Madrid, sino todo lo contrario.

Se maldice el pasado sólo porque es de Florentino. No se hace por ningún motivo. Para el ex presidente, ampararse en los tres años sin títulos es carecer de la visión de grandeza y a largo plazo que exige el Real Madrid. Que se hacían giras asiáticas en pretemporada; pues ahora se va a Cádiz a jugar el Carranza; que Beckham sigue siendo, además de buen profesional, un icono que genera millones, pues no se le renueva y hasta se le castiga; que Baptista puede funcionar, pues se le cambia por Reyes; que Ronaldo llegó con Florentino, pues se le maltrata y se le vende barato al Milan. Se dice que la cantera no funcionó, así que se fumiga Valdebebas y se deja escapar a Jurado, Soldado y Arbeloa.

Mientras ahora se maldice públicamente el marketing, el club presume de un nuevo contrato televisivo que es exactamente el mismo, comas incluidas, que el que él dejó redactado antes de su marcha. Además, el departamento de marketing sigue siendo uno de los más cuidados por el club, aunque se cometan presuntas torpezas como con Beckham.

Florentino no entiende cómo es posible que 10.500 socios del club no han podido ejercer su derecho al voto. Si lo hiciera, una de sus metas en su regreso sería recuperar ese derecho de todos los socios. Con este panorama, entiende que un modelo sobresaliente está en peligro.

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