El motivo esgrimido por CCOO para sacar el 1º de mayo de la capital ha sido la celebración en Sevilla, el día 20 de ese mismo mes, del Congreso Estatutario de la CES (Confederación Europea de Sindicatos). Una de las razones por las que la CES lleva su congreso a Andalucía es la despedida de su actual presidente, Cándido Méndez.

Pero, al revés de lo que podía pensarse, no ha sido de la organización de Méndez desde donde ha partido la idea de celebrar la manifestación allí para mayor gloria de su secretario general. Curiosamente, la idea ha salido desde CCOO. Una propuesta presentada por José María Fidalgo ante el consejo confederal celebrado el pasado 31 de enero -aprobada por amplia mayoría-, así lo plantea.

«En mayo, en Sevilla, se realizará el Congreso Estatutario de la CES», decía la intervención de Fidalgo. «Este consejo debe rendir tributo al trabajo de nuestra organización de CCOO de Andalucía que, con su homóloga de UGT, tras muchos meses de trabajo están garantizando que el Congreso sea un éxito organizativo y político. Habrá notable participación de CCOO y Sevilla debe, desde ahora, referenciarse como capital del sindicalismo europeo. Es el primer congreso sindical que se celebra en el sur de Europa. Es un reconocimiento al sindicalismo español y debemos impulsar el trabajo para la mejor realización y proyección del Congreso de la CES».

«Propongo», prosiguió Fidalgo, «que la próxima reunión de este consejo confederal la realicemos precisamente en Sevilla, el día 27 de marzo, como parte del encuadre del Congreso de la CES, así como llevar otras actividades sindicales a la capital de Andalucía. Creo que la celebración del 1º de mayo debe también dar a Sevilla el rango de centro sindical español. Es un reconocimiento al sindicalismo de clase andaluz y atiende a una petición de nuestros afiliados y afiliadas andaluzas».

Fuentes de CCOO precisaron que, sin embargo, este sindicato hará todo lo posible para que Fidalgo y Méndez, sea donde sea, «salgan juntos en la foto» del 1º de Mayo. De hecho, hoy está prevista una reunión entre dirigentes de ambas organizaciones para desbloquear la situación.

Por su parte, fuentes de UGT, declararon a EL MUNDO que, de forma oficial, no conocen todavía la propuesta de CCOO, pero que la idea de la organización es celebrar la Fiesta del Trabajo en Madrid, tal y como aprobó su consejo confederal el pasado 21 de febrero. Además, subrayaron que las manifestaciones centrales siempre se han celebrado en Madrid, excepto en 1984, cuando se desplazó a Bilbao como muestra de solidaridad con los sindicalistas vascos en un clima de gran presión por parte de ETA y su entorno.

Siempre según estas fuentes, otro asunto que habría que tener en cuenta es que desde hace muchos años en Sevilla no hay convocatorias unitarias el 1º de mayo.

En cualquier caso, tanto desde el sindicato de Méndez como desde CCOO las interpretaciones sobre las razones últimas de Fidalgo para sacar el 1º de mayo de las calles de Madrid son dispares. Fuentes de ambas centrales recordaron a EL MUNDO que, tras el conflicto de Sintel (2003), algunos trabajadores de esta compañía aprovechan la manifestación para increpar e insultar a los dirigentes sindicales. Para Fidalgo, que aquel año fue agredido con un palo en la cabeza, el Día del Trabajo ha dejado de ser una fiesta.

Este año el asunto Sintel se ha revitalizado y el ex presidente de Telefónica, Juan Villalonga, compareció en el juzgado Nº 1 de la Audiencia Nacional el 15 de febrero. En cualquier caso sea en Madrid o en Sevilla parece inevitable que los dirigentes volverán a escuchar los pitos e insultos de los trabajadores de Sintel.

Ambiente electoral

Otras fuentes cargan las tintas en las interpretaciones políticas y recuerdan los vínculos entre el secretario general de UGT-Madrid, José Ricardo Martínez, y el candidato socialista a la Comunidad, Rafael Simancas. De hecho, Maru Martínez, secretaria de Política Institucional de UGT-Madrid, ocupa el sexto puesto en la candidatura socialista.

José Ricardo Martínez ha tenido en los últimos días un durísimo enfrentamiento con la presidenta Esperanza Aguirre, cuya legitimidad moral para ocupar el cargo ha llegado a cuestionar. En este escenario, la presencia de Méndez y Fidalgo en un acto en el que, sin duda, se escucharán duras críticas contra la presidenta regional favorecería los intereses de los socialistas en las elecciones municipales y autonómicas madrileñas. Quizás Fidalgo lo sabe. Quizás Méndez también.