Lunes, 26 de febrero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6280.
ESPAÑA
 
CRISIS ANTITERRORISTA / La estrategia del Ejecutivo
Zapatero aprecia «elementos distintos» en Otegi y arremete contra el PP por manifestarse
El portavoz de Batasuna dice que el presidente tiene «principios y valores cívicos republicanos»
FERNANDO GAREA. Enviado especial

PONFERRADA (LEON).- José Luis Rodríguez Zapatero arremetió ayer con dureza contra el PP por su posición en la política antiterrorista, al tiempo que apreció cambios en la llamada izquierda abertzale. El presidente asistió ayer en Ponferrada a varios actos oficiales y, en una breve rueda de prensa, dio a entender que aún ve posible recuperar al entorno de la ilegalizada Batasuna, mientras que a los de Mariano Rajoy les pide que rectifiquen su posición sobre este asunto.

Contra el PP arremetió por su presencia en la manifestación de anteayer contra la sentencia del Tribunal Supremo que recortó su condena y por haber abandonado las reuniones preparatorias del Pacto Antiterrorista. Sobre Batasuna pidió que rechace claramente la violencia, pero ve movimientos positivos en su seno. De la concentración se cuidó mucho en diferenciar la posición de los convocantes, la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), y la de los dirigentes del PP que se sumaron al acto. «Tengo toda la comprensión por lo que puedan sentir las víctimas del terrorismo, tienen toda mi comprensión en el terreno humano», dijo primero el presidente del Gobierno.

A continuación, añadió que no tiene «ninguna» comprensión por la actitud del PP. «La historia dice que los españoles no aprueban nunca que se haga política de partido y de oposición con la lucha antiterrorista». Explicó que rechaza que se utilice esa política antiterrorista con fines políticos, que proteste contra una decisión judicial y que ignore que la dirección de ese asunto, especialmente sobre la política penitenciaria, corresponde al Gobierno. Eso, dijo, está en «la historia de lo que es la aplicación de la política antiterrorista, sobre todo lo que es la política penitenciaria». Es decir, que el PSOE en la oposición no criticó al Gobierno de Aznar cuando trasladó a la Península al etarra José Ignacio de Juana Chaos y ahora debería hacer lo mismo el PP cuando el Ejecutivo no le haga cumplir la condena íntegra.

Zapatero no especificó qué hará el Gobierno sobre la situación penitenciaria de De Juana, pero, en todo caso, dejó claro que la decisión corresponde al Ejecutivo, una vez que el Supremo ha dejado en tres años la condena. Y lamentó que «un partido político con amplia representación parlamentaria que ha gobernado España haya salido a la calle a protestar» contra una sentencia judicial.

La siguiente crítica hacia el PP se refiere a la decisión de este partido de no acudir a más reuniones preparatorias del Pacto Antiterrorista. En su opinión, se demuestra así que el PP «no quiere el diálogo». Por eso le pidió que «rectifique y asuma una posición de responsabilidad».

El presidente del Gobierno recordó que, cuando propuso el Pacto Antiterrorista, el PP le respondió con «un portazo», a pesar de lo cual él siguió insistiendo hasta que se firmó. «Persistí entonces y persistiré ahora», aseguró Zapatero, que hace más de un mes se comprometió solemnemente en el Congreso a convocar una reunión del Pacto y buscar un acuerdo con todos los grupos políticos y sociales. De éste último no se ha vuelto a saber nada.

«Siempre estaremos dispuestos a que se celebre una reunión formal para debatir el tiempo que sea necesario. No sé por qué el PP le da tan poco tiempo al Pacto Antiterrorista, pero creo que merece la pena la reunión», añadió el presidente.

Con respecto a Batasuna, Zapatero utilizó como referencia una entrevista a Arnaldo Otegi publicada ayer en La Vanguardia. Fuentes de La Moncloa aseguran que el presidente concede especial importancia a esas declaraciones, que leyó atentamente a primera hora de la mañana y que valoró en positivo en su comparecencia ante los medios de comunicación en la localidad berciana de Ponferrada.

Según su explicación, esa declaración no es aún completa porque falta la condena de la violencia, pero sí supone un cambio, una evolución. «He leído la entrevista y he visto elementos distintos con otros planteamientos tradicionales» y «hay elementos distintos a anteriores ocasiones», aseguró el presidente del Gobierno, que dio a entender de nuevo que aún mantiene esperanzas en que esa izquierda abertzale se aparte de la violencia.

No obstante, utilizó su comparecencia para intercambiar mensajes con los dirigentes de la ilegalizada Batasuna, en este caso, en forma de exigencia de dar más pasos hacia el abandono de la violencia.

Para que llegara nítido el mensaje al destinatario, lo repitió cuatro veces en tres minutos: «Lo esencial es que la democracia tenga la seguridad de que la llamada izquierda abertzale rechaza la violencia»; «La democracia ha de tener la seguridad de que ETA está dispuesta a abandonar para siempre la violencia, y eso es lo esencial»; «Lo que hace falta es que la izquierda abertzale rechace la violencia y que lo haga de manera creíble, fehaciente y convincente para que la democracia esté segura», y «Lo esencial es que sea convincente en torno al rechazo a la violencia».

La pregunta hacía referencia a los incidentes del País Vasco durante este fin de semana, y Zapatero se limitó a decir que «son rechazables desde cualquier punto de vista». Una valoración similar sobre los movimientos en la izquierda abertzale se hizo desde La Moncloa cuando Batasuna presentó recientemente su propuesta sobre Navarra, también con la salvedad de la exigencia del fin de la violencia.

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