Hace tres discos y cuatro años que estos dos gaditanos encandilan a las nenas. Les paran por la calle, tienen a algunos de sus colegas currando con ellos, se van de gira... En fin, que a sus 24 años no le piden más a la vida. Andy & Lucas acaban de sacar su tercer disco y dicen que han madurado como músicos y como personas, y que lo suyo sigue siendo «el rollo flamenquito de siempre».
Para presentar Ganas de vivir (Sony) en Madrid todavía no tienen fecha, pero seguramente sea en marzo y en una sesión acústica. «Intimista, ya sabes, en calzoncillos o en chándal», bromean. Les pillamos en las oficinas de Sony con prisas porque se van a Zaragoza. ¿Qué van a hacer allí? «Pues... ¡alicatar un cuarto de baño!», se ríen.
¿Y por qué todo el día con Cai para arriba y para abajo? «Es que hay mucho arte, pisha». Lo que pasa ahora con Cai es que «hay más gente que en una película de romanos» y claro, no es lo mismo que hace unos años. Y así, echando Cai de menos, se van a ir de gira entre mayo y octubre, más o menos. Quizá vayan a las Américas y vuelvan a Miami, «que pega más que ir a Dallas o a Michigan».
Hace poco han cambiado a la banda entera que les acompañaba porque no estaba claro que hicieran una gira. Ahora que sí lo van a hacer, tienen que ensayar un montón porque hay prisas. Pero como son «más madurillos», se les dará bien. En el disco nuevo cuentan que «el presupuesto ha sido un poquito más homologado (sic)», así que hay que ensayar a tope.
Vienen a Madrid cada dos por tres, pero hay algo que no les gusta: «Es que aquí hay un atasco insoportable. Aquí tardas una hora en ir de un sitio a otro. Es lo único malo de Madrid». ¿Y qué les gusta del Foro? Lucas salta enseguida: «El teatro», aunque luego se lo piensa un poco y dice: «¡Anda, que yo lo primero que digo es el teatro! ¡Las discotecas, quillo, eso es lo que me gusta de Madrid!».
A carcajadas, Andy le sigue la corriente rápido: «También están muy bien las bibliotecas, los conventos, los museos...». Pero volviendo a la noche, lo que les gusta son las gogós del Garamond y el Moma. Al principio iban a Kapital, aunque ya lo han dejado...
De aquí a cuatro años afirman que quieren seguir en su línea. «Aunque yo como persona tengo que cambiar un poquito, macho, que como siga ahí, no veas», cuenta Lucas. Y añade: «Bueno, digo en el aspecto de pareja, que ahora estoy disfrutando, pero tendré que pensar en un hogar».
¡Pues anda que no le quedan años! Con 28 seguramente posponga la idea de formar un hogar para cuando tenga 32, como acaba reconociendo. Andy, por su parte, tiene la cabeza un poco más sentada en ese asunto. Lleva ya tres años con su novia y dice que ella lleva bien lo del éxito, que «casi nunca se mosquea» porque las fans les griten en los conciertos y se enamoren de ellos. Qué se le va a hacer, son gajes del oficio.