Carmen Alonso, portavoz del Sindicato de Salud Pública (SSP), declaró el jueves que el cuadro es mucho peor de lo que admiten las autoridades. Según Alonso, el número de infectados es de 60.000 y las muertes provocadas por el dengue hemorrágico, la manifestación más virulenta de la enfermedad, superan con creces las estadísticas oficiales.

Ante el recrudecimiento de la epidemia provocada por la picadura del aedes aegypti, el Gobierno ha decretado el estado de emergencia sanitaria en todo el territorio nacional. A partir de ayer, los ciudadanos que no se ocupen de disecar los charcos de agua, donde el mosquito suele depositar sus larvas, estarán sujetos a multas e incluso a penas de hasta 14 días de prisión. El Ministerio de Sanidad de Brasil advirtió que aplicará severas limitaciones a la entrada de productos agrícolas desde Paraguay. En la provincia argentina de Misiones ya se han detectado 50 casos.