La agente de los Mossos d'Esquadra que ha sido imputada por la presunta detención ilegal de un joven en una discoteca barcelonesa declaró ayer ante el juez que su actuación fue correcta al responder a una agresión.
La agente declaró ante el juzgado de instrucción número 24 de Barcelona que la noche de los hechos, durante el verano pasado, ella estaba con unos compañeros de la comisaría de Les Corts, donde ejercía. El grupo estaba fuera de servicio y cuando estaban en el interior de la discoteca Bikini, a pocos metros de la comisaría, fue víctima de unos «tocamientos» por parte de un joven que acompañaba al ahora denunciante. En ese contexto, la agente y sus compañeros se enfrentaron, según su versión, al grupo que habría iniciado el incidente.
La defensa del denunciante, los abogados del Col·lectiu Ronda Matías Grífol y Núria Vilarnau, esperan poder localizar a los porteros de la discoteca que trabajaban aquel día para esclarecer las circunstancias en que se produjo este incidente, ya que al parecer tuvieron que intervenir y los expulsaron a todos de la sala de fiestas.
La imputada asegura que es un procedimiento habitual que un mosso d'esquadra fuera de servicio que presencia un hecho criminal intervenga y elabore él mismo el atestado.
Cuando el denunciante, Antonio Medina, quiso mediar, empujó a un agente, y a partir de aquí, la pelea fue a más, hasta que el portero de la sala Bikini les expulsó del local. Los mossos se habrían identificado como tales en aquel momento, y habrían insistido en hacerse cargo del atestado ante una patrulla que acudió al lugar.
Ya en el interior de la comisaría, los dos mossos golpearon presuntamente al joven, a rodillazos» y a golpes con sus manos, causándole una herida en el ojo y hematomas en el hombro y los costados.
Tras darle la paliza, siempre según la versión del denunciante, los dos agentes le cogieron por la oreja y le dijeron que si les denunciaba descubrirían dónde vivía, le matarían y violarían a su esposa, según Antonio Medina.
El juzgado ha imputado a tres de los agentes por los delitos de detención ilegal y contra la integridad moral, pero la investigación se ha ampliado a otros cinco agentes que estuvieron presentes cuando se produjo la presunta agresión, ya en comisaría, sin hacer nada para impedirlo.
Según los abogados del Col·lectiu Ronda, que defienden al denunciante, más allá de la responsabilidad concreta que puedan tener los agentes implicados en los hechos el Departament d'Interior ha exhibido, durante la instrucción de la causa, que se ha dilatado desde el verano, una actitud «pasiva», entorpeciendo la investigación por falta de identificación de los agentes que en la noche de los hechos se encontraban de servicio.
Desde el Departament d'Interior se ha negado este extremo, se ha abierto una investigación interna que por ahora está paralizada a la espera de ver como progresa el caso en la vía judicial.
En los próximos días declararán como imputados los otros dos agentes de los mossos implicados en los hechos, y el juez espera aclarar qué efectivos policiales estaban de servicio en la Comisaría de Les Corts cuando se produjeron los hechos.
La Fiscalía, por el momento, ha instado también la identificación de los agentes que pudieron presenciar los abusos policiales y se ha mostrado partidaria de practicar una rueda de reconocimiento de Mossos de uniforme, según fuentes jurídicas.