ELENA ALJARILLA. Especial para EL MUNDO
MADRID. - España aprueba a medias el examen de la Comisión Europea de su plan para reducir las emisiones de CO2. Aunque Bruselas ha aprobado el plan español, exige al Gobierno tres condiciones: que reduzca sus emisiones en 0,42 millones de toneladas, que limite al 20% el uso de los créditos que pueden utilizar las empresas para adquirir capacidad de contaminar y que aporte una lista completa de todas las instalaciones emisoras de gases de efecto invernadero.
España ha redoblado sus esfuerzos contra el cambio climático y su compromiso con el protocolo de Kioto y así se lo reconoció ayer el comisario de Medio Ambiente, Stavros Dimas que calificó de «ambiciosa determinación» la voluntad del Gobierno. De hecho, calificó el Plan español de Asignación de Emisiones para el periodo 1008-2012 de «sólido». Pero como siempre hay un pero, Bruselas exige a España tres condiciones.
La más importante de todas es que se reduzcan a 152,3 millones de toneladas las emisiones anuales de CO2, es decir, una reducción adicional de 0,42 millones, respecto a lo que propone España. Además, Dimas quiere que se limite al 20% la cantidad de créditos que pueden obtener las empresas para adquirir derechos de emisión, mediante inversiones en terceros países que contribuyan a reducir la contaminación. Bruselas pide también un listado de todas las instalaciones que emanen gases de efecto invernadero, junto con las cantidades de emisiones que se van a asignar a cada instalación.
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