Martes, 27 de febrero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6281.
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DAVID ATTENBOROUGH / Naturalista y divulgador científico
«No podemos parar el cambio climático, pero debemos impedir sus desastres»
El comunicador de la naturaleza más conocido del mundo pasó ayer por Madrid para recoger el Premio Internacional concedido por la Sociedad Geográfica Española, en reconocimiento a su trabajo como divulgador durante más de medio siglo. Ésta es su visión de los cambios que en la actualidad está sufriendo nuestro planeta
ALFREDO MERINO

MADRID.- Lleva contando cómo es y cómo está la naturaleza más de medio siglo. Y ha sido premiado por ello. El naturalista y divulgador científico británico David Attenborough recibió ayer el Premio Internacional de 2006, concedido por la Sociedad Geográfica Española, SGE, por su extensa labor en favor del medio ambiente y su conocimiento.

Autor de más de 30 series de divulgación naturalista, alguna de ellas, como Vida en la Tierra, contempladas por más de 500 millones de personas de todo el mundo, en un sondeo realizado en 2006 en Gran Bretaña resultó aclamado como el personaje más fiable para la opinión pública de su país.

Hermano del también reconocido director de cine Richard Attemborough, su nómina de galardones incluye la orden de Sir. Recién llegado de Madagascar, donde trabaja en una nueva serie para la BBC sobre el mundo de los reptiles, y algo más serio pero igual de profesional que se muestra en sus documentales, se sinceró con EL MUNDO.

Pregunta.- ¿Qué le parece el Oscar que ha ganado Al Gore por su documental Una verdad incómoda?

Respuesta.- ¡Ah!, ¿pero se lo han dado? Me parece fabuloso. Que en un mundo como el de Los Angeles y las estrellas del cine se hable del estado de la naturaleza es realmente importante, por la repercusión social inmediata y global que tiene.

P.- Parece positivo que los políticos hablen cada vez más de medio ambiente y reconozcan que existe el cambio climático.

R.- Sin duda. Es indispensable. Más aún: creo que la única manera que tenemos de cambiar la tendencia actual del clima es a través de los políticos. Son ellos quienes tienen que imponer las medidas necesarias para evitar los cambios que estamos sufriendo. Hace falta una actuación decidida de la política internacional para evitar el desastre global.

P.- Lo dice desde su perspectiva de 50 años en contacto intenso con la naturaleza.

R.- No es eso exacto, son 54 años los que llevo con mi trabajo. Pero si lo que me pregunta es por lo que he visto, desde luego admito que las cosas han cambiado en el medio natural.

P.- ¿Qué piensa de los escépticos sobre el cambio del clima global y sobre quienes no creen en el mismo?

R.- Hace 10 años, no teníamos las evidencias que hoy tenemos de unos cambios que, efectivamente, se están produciendo. Sólo puedo decir que soy testigo de que la naturaleza ha sido dañada y que pienso que las personas son una causa adicional del actual cambio climático.

P.- No todo el mundo está de acuerdo con esto, hay quien considera estos cambios como algo natural.

R.- Es cierto, en la historia de la vida siempre ha habido cambios, pero hoy sabemos que nuestra actividad es una de las principales causas de que este cambio se esté acelerando y esto no es natural. No hay ninguna otra especie que con su actividad está envenenando el planeta como esta haciendo en la actualidad la especie humana.

P.- Debo preguntarle aquí sobre la energía nuclear.

R.- La utilizamos mucho y la vamos a utilizar cada vez más. El uso del petróleo ha causado males globales y también ha matado a millones de personas. Sólo que debemos aprender a utilizar bien este tipo de energía.

P.- A sus 81 años, las personas se contentan con darse una vueltecita por el parque. Usted, sin embargo, no para: acaba de estar unas semanas en Madagascar y dentro de nada parte a otro lugar igual de remoto. ¿Es que no se jubila para hacer igual que los animales?

R.- No, no, nada de eso (dice mientras sonríe levemente). Lo único es que me encanta lo que hago, amo mi trabajo y me lo paso muy bien haciéndolo. Por lo tanto, ¿para qué voy a cambiar? Ya lo hice antes. Yo soy periodista y durante mucho tiempo trabajé en la televisión, donde elaboré información política, debates, sociedad... antes que en la naturaleza, trabaje en otras muchas cosas.

P.- ¿Qué le hizo elegir la naturaleza?

R.- En aquellos tiempos [Attenborough empezó a trabajar en la BBC en 1952] la televisión no era algo socialmente tan importante como es ahora. Yo trabajaba como productor de muchos tipos de programas y, a medida que aquel medio fue creciendo, me fui especializando en lo que más me gustaba. En 1965, me convertí en editor jefe de programas de la BBC, puesto que dejé en 1973 para concentrarme en la naturaleza.

P.- H ablando de la BBC, su página web cuenta su vida con todo detalle, incluso señala que se declara agnóstico.

R.- Sí, soy agnóstico porque no veo ninguna evidencia para la vida después de la muerte.

P.- ¿Qué significa entonces para usted la desaparición de una especie?

R.- Una pérdida irreparable.

P.- ¿Qué prefiere, el mundo animal o el mundo de los seres humanos?

R.- Por suspuesto que prefiero el de los hombres.

P.- ¿Tiene un lugar preferido entre todos los que ha conocido?

R.- Mi casa de Londres.

P.- ¿Un constatado amante de la naturaleza como es usted señala como su lugar favorito una gran ciudad como Londres?

R.- No he dicho Londres, he dicho mi casa; mi hogar, que está allí.

P.- ¿Es optimista sobre el futuro de la Tierra?

R.- Bueno... hagamos lo que hagamos, no podemos detener el cambio climático, pero sí debemos impedir sus desastres.

P.- ¿Es esta nuestra obligación?

R.- Sin duda. Tenemos que evitar los desastres que produce nuestra situación actual y nuestro poder como especie, para no perjudicar a las siguientes generaciones. La contaminación, la basura que producimos, es un pecado. Muchas cosas que usamos crean serios problemas para nuestros herederos. El poder de la basura produce un fuerte daño moral.

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