Martes, 27 de febrero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6281.
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OSCAR 2007 / 'Infiltrados' recibe el premio a la Mejor Película y al Mejor Director / Helen Mirren, por delante de Penélope Cruz, y Forest Whitaker, mejores actores / Al Gore gana dos estatuillas para 'Una verdad incómoda'
Tres estatuillas con mucho oficio para España
Los maquilladores David Martí y Montse Ribé y la decoradora Pilar Revuelta, protagonistas en la noche grande de Scorsese
CARLOS FRESNEDA. Enviado especial

LOS ANGELES.- David Martí y Montse Ribé coincidieron en la noche de los Oscar con Steven Spielberg y, así, como quien no quiere, oyeron que les decía: «A ver si un día trabajamos juntos». No supieron si tomárselo como un cumplido o como un delirio.

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Además de ese recuerdo, la pareja catalana también se llevó a casa una pareja de relucientes estatuillas al Mejor Maquillaje por El laberinto del fauno. «Las pondremos junto a los otros monstruos», vaticinaron. Junto a ellos, su compatriota Pilar Revuelta -artífice de los inquietantes decorados del mismo filme- exhibía tímidamente el Oscar a la Mejor Dirección Artística, compartido con el mexicano Eugenio Caballero, que se esforzó en darle una sensación compartida a todo aquello: «Es un triunfo para México, es un triunfo para España, es un triunfo para todos».

Tres de seis. El laberinto del fauno cosechó la mitad de los Oscar a los que estaba nominada (también cayó el de la mejor fotografía para Guillermo Navarro), pero pinchó en la categoría de mejor película extranjera y se quedó con un regusto de fiesta a medias y cierto desconsuelo de fondo.

Por no robarle protagonismo a los premiados, Guillermo del Toro no se pasó a descorchar el champán por el hotel Roosevelt, donde sí estuvieron Maribel Verdú, la niña Ivana Baquero y el espigado Doug Jones, la cara oculta del fauno.

«Estamos muy felices por nuestro premio, pero al mismo tiempo un poco tristes porque Jorge Navarrete (nominado a la Mejor Banda Sonora) y la película no se han llevado los suyos», confesó Montse Ribé, pareja artística y vital de David Martí en DDT Efectos Especiales, la artesanal factoría donde se concibió el mundo alegórico de El laberinto del fauno.

El raudal de premios -dos en los primeros 10 minutos- hizo sospechar una noche arrolladora para la cuadrilla de Del Toro. La cámara fija, como si fuera el ojo del Hombre Pálido, no dejaba de apuntar a los ojos llorosos del director, emocionadísimo por el éxito de su segunda familia.

El mexicano salió de cuadro en el momento en que salió del sobre La vida de los otros. El alemán Florian Henkel von Donnersmack tuvo el detalle de saludar a Del Toro en el patio de butacas, antes de subir al escenario para recoger la estatuilla a la Mejor Película en Habla no Inglesa, que marcó el tránsito hacia la segunda parte de los Oscar.

Atrás quedaron mexicanos y españoles, sentados en su laberinto. Hollywood barrió al final para casa con los cuatro Oscar para Infiltrados de Martin Scorsese, que compartió estrellato y revancha con el ex vicepresidente Al Gore y Una verdad incómoda (Oscar al mejor documental y a la mejor canción).

Por lo demás, el guión discurrió según lo esperado, con la estatuilla a la Mejor Actriz para la reina Helen Mirren y al Mejor Actor para el rey Forest Whitetaker metido en la piel descarnada de Idi Amín Dadá. Se desmoronó Babel, pese a las siete nominaciones, y perdió fuelle la terna de mexicanos -Alejandro González Iñárritu, Guillermo Del Toro, Alfonso Cuarón- que dejaron, sin embargo, su imborrable impronta.

A falta de un Oscar, Penélope Cruz se ganó con creces el reconocimiento general. «España está en la casa», concedió, generosa, Ellen DeGeneres, que pasó la aspiradora bajo la falta de Penélope y aderezó la noche con bromas más o menos comedidas: «Si no es por los negros, por lo judíos y por los gays, no existiría Hollywood». Le faltó acordarse de los hispanos.

Tampoco hubo suerte en el corte de los cortos: Borja Cobeaga (Éramos pocos) y Guillermo Fesser y Luis Manso (Binta y la gran idea) cedieron ante West Bank story, el llamamiento a la paz entre palestinos e israelíes de Ari Sandel.

Alan Arkin (Mejor Actor Secundario) y Michael Arndt (Mejor Guión Original) reclamaron un lugar entre los grandes para Pequeña Miss Sunshine. Jennifer Hudson (Mejor Actriz de Reparto) salvó el honor de Dreamgirls, y Gustavo Santaolalla repitió como autor de Mejor Banda Sonora por Babel, en un premio que parecía silbado para el español Jorge Navarrete.

La nana del fauno se quedó flotando en el aire del Teatro Kodak como colofón al corto de los nominados que abrió fuego. Acto seguido, y sin resuello, Nicole Kidman y Daniel Bond Craig anunciaron el Oscar a la mejor Dirección Artística para Eugenio Caballero y Pilar Revuelta.

Habló por los dos el mexicano: «Gracias, Guillermo del Toro, por guiarnos a través de este laberinto». La española se quedó en segundo plano, estrangulada antes de tiempo por la estruendosa música. «Sólo nos dejaron hablar a uno de los dos», se justificó después Caballero, que quiso dejar constancia de quién era el gran mérito: «Nosotros somos una extensión del poder creativo de Guillermo del Toro».

Pilar Revuelta, curtida en trabajos como El Bola, La flaqueza del bolchevique y Los lobos de Washington, admitió el reto que supuso poner en imágenes las fantasías personalísimas de Del Toro. Su momento predilecto de la noche, Oscar aparte, fue la redención de Scorsese: «Fue emocionante; el teatro se vino abajo».

Montse Ribé y David Martí tuvieron su epifanía particular en aquel encuentro con Spielberg. David, 36, años, la mitad de ellos consagrados a ese difícil arte que conjuga el maquillaje con los efectos visuales, no las tenía todas consigo y temía especialmente a Aldo Signoretti y Vittorio Soreano, artífices del viaje alucinógeno al mundo maya en Apocalypto.

«¡Es muy pesado!», certificó Ribé con el Oscar ya en las manos y el susto escrito en el rostro. «Esto es para ti, Guillermo», le dejaron apenas decir a Martí, que afirmó haber sido fiel a los designios de Del Toro: «No quiero unos monstruos americanos, quiero mejor unos monstruos europeos, más bien raquíticos».

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