Pero no ha sido el fracaso, sino paradójicamente el éxito lo que ha hecho saltar por los aires el idilio más prolífico y reconocido entre el director y el guionista de películas como Babel, 21 gramos o Amores perros y al que México asiste atónito poco después de haber aterrizado acumulando 16 nominaciones en la alfombra roja del Kodak Theatre.

En carta abierta, Iñárritu reprocha a Arriaga sus últimas declaraciones atribuyéndose el éxito de Babel (ayer, gran perdedora de la noche). El director echa en cara al que ha sido su compañero de viaje en todas sus películas el que nunca se hubiera sentido parte de su última cinta.

La carta, firmada también por Gustavo Santaolalla (Oscar a la Mejor Música) y los actores Gael García Bernal y Adriana Barraza, empieza de la siguiente forma:

«Guillermo:

Qué lástima que en tu injustificada obsesión por reclamar la sola autoría de una película parezcas desconocer que el cine es un arte de profunda colaboración.

No fuiste -y nunca te has dejado sentir- parte de este equipo y tus declaraciones son lamentables y muy reductivo punto final de este maravilloso y colectivo proceso que todos nosotros hemos vivido y ahora celebramos. Suerte en tus futuras películas».

La carta forma parte de un especial sobre el director mexicano que publicará el próximo mes la revista Chilango, y en el que se incluyen los detalles de la relación entre ambos y sobre la cinta, como que la tercera historia del guión no era el de la japonesa sordomuda (protagonizada por Rinko Kikuchi), sino el de una adolescente española que iba a perder la vista.

El 16 de enero, en una entrevista radiofónica, Arriaga reconoció que la relación laboral con González Iñárritu estaba definitivamente acabada.

«Creo que va a ser sano que cada quien emprenda un camino distinto. Son diferencias que venimos arrastrando muchos años. Los dos somos bastante territoriales y creo que se agotó la relación. Estoy muy orgulloso de las películas que hemos hecho [entre ellas, además de Babel, Amores perros y 21 gramos], pero cada quién necesita su camino».

Tras obtener Babel el Globo de Oro a Mejor Película, Arriaga dijo: «Me toca un buen mordisco y estoy muy orgulloso del premio, creo que reconoce el trabajo de todos los que contribuyeron en esta película, lo siento tan mío como el de cualquiera».