La reunión, que fue convocada a última hora del domingo tras conocer CCOO y UGT que EL MUNDO iba a publicar la noticia de que, por primera vez, Méndez y Fidalgo no estarían en la misma manifestación, se cerró sin una solución definitiva.

Los dirigentes de ambas organizaciones acordaron, eso sí, que las distintas convocatorias del 1º de mayo, incluidos manifiestos y pancartas, serán «unitarios».

Además, según los interlocutores sindicales que ayer participaron en la reunión, el encuentro sirvió para dejar claro que el secretario general de UGT, Cándido Méndez, acudirá a la manifestación convocada en Madrid, tal y como decidió el pasado 21 de febrero el Consejo Confederal de UGT.

Fuentes de CCOO declararon a EL MUNDO que la organización no ha cerrado todavía la capital española en la que se personará José María Fidalgo el próximo 1º de mayo. De hecho, siempre según estas fuentes, la decisión definitiva de CCOO se aplaza hasta una próxima reunión de su Ejecutiva. «Hay convocada una reunión para la próxima semana, pero como este tema no entraba en el orden del día, no es seguro que se cierre entonces. Se podría debatir, incluso, más tarde».

Los interlocutores de este diario en CCOO reconocieron, en cualquier caso, la apuesta decidida de de su secretario general por la celebración del 1º de mayo en Sevilla con motivo de la celebración, unos días después (20 de mayo), del Congreso Estatutario de la CES (Confederación Europea de Sindicatos).

De hecho, la encendida defensa sevillana que hizo Fidalgo en su propuesta al Consejo Confederal de CCOO el pasado 31 de enero complica ahora una posible «marcha atrás».

Quien lo tiene absolutamente decidido es UGT. Fuentes del sindicato que lidera Cándido Méndez reconocieron que la presencia de Cándido Méndez en Madrid se produce en un contexto de abierta confrontación entre la presidenta de la Comunidad, Esperanza Aguirre, y los sindicatos madrileños. Siempre según estas fuentes, el 1º de mayo será un acto sindical de castigo a Esperanza Aguirre.