CARLOS ALVARO ROLDAN. Corresponsal
BERLIN.-
Si el poderoso lobby de jubilados en Alemania puso el grito en el cielo cuando el Gobierno de Angela Merkel anunció hace meses que en su reforma del mercado de trabajo aumentaría la edad de jubilación de los 65 hasta los 67 años, ayer, directamente, amenazó con declarar una guerra a la «gran coalición».
En una entrevista que publica esta semana la revista Der Spiegel, el ministro de Economía, Michael Glos, advierte de que la edad de retiro podría aumentar aún más «si es necesario». «No estoy seguro», añadió el ministro, «de que necesitemos hacerlo otra vez».
La respuesta no se ha hecho esperar. Desde la poderosa asociación de pensionistas alemanes VDK, su presidente, Walter Hirrlinger, aseguraba al diario Sonntags-Express: «La jubilación a los 67 años ya supone un verdadero recorte del programa de pensiones. Considerar aumentar la edad de jubilación es un disparate aún mayor».
Según la Oficina Federal de Estadísticas de Alemania, el país sufre una de las tasas de natalidad más bajas de Europa y el año pasado las muertes superaron a los nacimientos.
Según las peores previsiones, para el año 2035 la proporción de ciudadanos con más de 65 años se elevará al 30% de la población total, desde el actual 18%.
Algunos economistas ya han dado gritos de alarma y advierten de que si Alemania no invierte esta tendencia el principal motor de Europa entrará en un declive terminal, con los gastos de pensiones y servicios sanitarios disparándose al tiempo que la media de edad prosigue su ascenso.
Las palabras de Michael Glos se vieron apoyadas ayer por un informe del Banco Central alemán, el Bundesbank, revelado por el diario Braunschweiger Zeitung, en el que asegura que sería un error «dar la impresión de que la edad de jubilación a los 67 años sería el fin de ese desarrollo». Asimismo, esta fuente añade que la entidad invoca vincular la edad de retiro con el aumento de las expectativas de vida.
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