En su programa para las próximas elecciones municipales el PSOE va a ofrecer, entre otras cosas, que un policía local sea asignado a cada centro escolar; y el PP promete rebajar los impuestos. Al líder de Izquierda Unida (IU), Gaspar Llamazares, no le convence ninguna de estas ofertas: «Ni con el poli de guardería ni con el todo a cien se puede responder a las demandas que hoy tienen los municipios españoles», dijo ayer.
Socialistas y populares están inmersos de lleno en la precampaña. Este fin de semana han dado buena prueba de ello, ofreciendo anticipos de las promesas que van a incluir en sus programas electorales.
Los socialistas han pensado en ese policía local como un agente tutor, que no vestiría de uniforme, sino de paisano, y que se encargaría de luchar contra la distribución y consumo de drogas, la violencia escolar y la falta de asistencia a clase.
Los populares, por su parte, van a prometer en su programa la reducción de varios impuestos, así como medidas para facilitar el acceso a una vivienda.
Gaspar Llamazares indicó ayer que esos partidos han iniciado una especie de «concurso de rebajas» para ver quién ofrece más cosas, aunque después sea imposible llevarlas a la práctica. Pero, según dijo, tanto los socialistas como los populares «dan la pelea en el terreno más conservador», porque ambas formaciones políticas prometen rebajar los impuestos y aumentar la gestión privada de los servicios públicos al mismo tiempo que se comprometen a dar más servicios a la ciudadanía. Y ahí es donde no le cuadran las cuentas al líder de IU.
Tal y como ha mantenido siempre esta formación política, el coordinador general de IU afirmó ayer en una rueda de prensa que no es posible que los ayuntamientos inviertan más dinero en gastos sociales si, al mismo tiempo, reducen los impuestos que pagan los contribuyentes. «Eso es buscar la cuadratura del círculo», añadió.
Frente a esas promesas electorales de los dos partidos mayoritarios, Llamazares explicó que la principal preocupación de IU es la de implantar en las ciudades españolas un «urbanismo sostenible», lo que supone luchar contra la corrupción urbanística, defender los servicios públicos y potenciar la participación de la ciudadanía en la gestión de los ayuntamientos.
Se trata de implantar leyes, códigos éticos y planes urbanísticos que sean «transparentes» y que eliminen las prácticas de corrupción que ahora se dan cada vez con más frecuencia, según indicó.
Además, IU seguirá defendiendo la necesidad de implantar un sistema de «impuestos progresivos», lo que supone que pague más quien tiene más dinero «para desarrollar servicios públicos de calidad».
El líder de IU incluso llegó a pedir al PSOE y al PP que digan si están de acuerdo en que los ayuntamientos reciban una parte de lo que recauda el Estado por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), tal y como reclama desde hace tiempo la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), en la que están integrados todos los partidos.