Martes, 27 de febrero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6281.
ÚLTIMAS NOTICIAS TU CORREO SUPLEMENTOS SERVICIOS MULTIMEDIA CHARLAS TIENDA LOTERÍAS
Primera
Opinión
España
Mundo
Ciencia
Economía
Motor
Deportes
Cultura
Comunicación
Última
Índice del día
Búsqueda
 Edición local 
M2
Catalunya
Baleares
 Servicios 
Traductor
Televisión
Resumen
 de prensa
Hemeroteca
Titulares
 por correo
 Suplementos
Magazine
Crónica
El Cultural
Su Vivienda
Nueva Economía
Motor
Viajes
Salud
Aula
Ariadna
Metrópoli
 Ayuda 
Mapa del sitio
Preguntas
 frecuentes
Hay situaciones en la vida en que la verdad y la sencillez forman la mejor pareja (Jean de La Bruyère)
 ESPAÑA
División en el PP a 48 horas de votar la ley de los transexuales
El respaldo de los 'populares' al texto en el Senado molesta a un sector de los diputados que votaron contra la norma en el Congreso
PEDRO SIMON

MADRID.- En el Congreso se pronunciaron en contra, se abstuvieron en la Comisión de Justicia del Senado y, finalmente, apoyaron en Pleno de la Cámara Alta la ley de los transexuales.

Publicidad
A dos días de su votación en el Hemiciclo, el giro copernicano con doble tirabuzón del PP ha despertado recelos internos y ha dejado abiertas las carnes de los populares. Porque cierto sector de los diputados del Congreso que votaron en contra de la norma, a 48 horas vista de la sesión plenaria donde se aprobará, no está dispuesto a comulgar con este bumerán de consenso que le llega de vuelta.

Fuentes del PP en el Congreso reconocían ayer la «sorpresa» que supuso que sus senadores bendijeran el texto el pasado día 15 y fuentes del PP en el Senado hablaban de que se había actuado «con mucho sentido político y mucho sentido común» respaldando la norma que vilipendiaron los diputados. En ningún caso fuente oficial alguna despejó la incógnita y los populares no quisieron hacer público el sentido del voto.

«Señorías, esta Cámara es una Cámara de segunda lectura, es una Cámara de enfriamiento, es una Cámara en la que afortunadamente no se vive la crispación que muchas veces se produce en el Congreso de los Diputados», señaló en su intervención conciliadora Evaristo Nogueira, senador del PP que defendió el sí del grupo el pasado miércoles.

El proyecto de ley reguladora de la rectificación registral relativa al cambio de las personas -que ése es su nombre- salido del Senado señala que habrá cambio de sexo y nombre sin necesidad de cirugía, y establece, siempre que no haya peligro para la salud, que será requisito pasar al menos dos años de tratamiento médico.

Lo que pretendía el PP en el Senado, a través de una enmienda, era que hubiera una sentencia de por medio (tal y como sucede ahora) para acceder al cambio. Pero, al final, los grupos han optado por dar respuesta a un problema mediante la vía administrativa (valdrá un diagnóstico de transexualidad para iniciar los trámites) y no la judicial.

Así las cosas, la dirección del PP se debate ahora entre el bochorno de votar en contra de sus senadores (bastante improbable) o el disgusto de dar de comulgar con ruedas de molino a parte de sus diputados.

«Aceptar esta ley no puede suponer rasgarse las vestiduras», decía ayer un portavoz popular en el Senado. «Estamos muy satisfechos porque va a suponer una ampliación de derechos para muchas personas».

Según cálculos de los colectivos, en España existen entre 7.000 y 9.000 personas que duermen, comen y trabajan en cuerpos que no sienten suyos. Algunos irán el jueves al Congreso. Dicen que a ver la luz.

recomendar el artículo
portada de los lectores
copia para imprimir
Información gratuita actualizada las 24 h.
 SUSCRIBASE A
Más información
Renovar/Ampliar
Estado suscripción
Suscríbase aquí
Suscripción en papel
  Participación
Debates
Charlas
Encuentros digitales
Correo
PUBLICIDAD HACEMOS ESTO... MAPA DEL SITIO PREGUNTAS FRECUENTES

elmundo.es como página de inicio
Cómo suscribirse gratis al canal | Añadir la barra lateral al netscape 6+ o mozilla
Otras publicaciones de Unidad Editorial: Yo dona | La Aventura de la Historia | Descubrir el Arte | Siete Leguas

© Mundinteractivos, S.A. / Política de privacidad