El testimonio de Pérez hizo que la policía andorrana avisara a la española y ésta denunciara el caso ante la Fiscalía Anticorrupción, que abrió una investigación que dirige el Juzgado número 2 de Valdemoro. Lo más extraño de la declaración de Pérez es que, según fuentes de la defensa, él nunca habló con Tejeiro y Torrejón en el banco, y por lo tanto no fue testigo de sus supuestas irregularidades. Quien sí habló con ellos fue otro empleado del banco, Alfonso Lemonier, que será citado para declarar próximamente.

Según Pérez, los ex alcaldes nunca mencionaron su relación como cargos públicos en el municipio. Se presentaron como socios en la compraventa de terrenos, según fuentes de la acusación.

La defensa, asimismo, argumentó en un escrito a la Audiencia Provincial que el testimonio de Pérez no era «fiable» porque él no había hablado nunca con los imputados. Según la acusación, esto es normal porque, por su cargo, Pérez era el responsable de denunciar las posibles irregularidades de los clientes del banco. Ayer también se presentó un recurso para que Pérez declare en persona.

Pérez dijo ayer que en el banco nunca sospecharon que los primeros ingresos (de unos 900.000 euros) que realizaron los ex alcaldes fueran sospechosos de utilizarse para blanquear capitales.

Las sospechas del banco empezaron cuando los ex alcaldes dijeron que iban a realizar un ingreso de 1.800.000 euros. Eso ocurrió, según fuentes del caso, el 5 de abril, y el contrato en el que Tejeiro supuestamente iba a cobrar una comisión de 40 millones de euros por recalificar unos terrenos a favor de Esprode fue enviado por fax al banco 13 días después. Asimismo, el empleado de Andbanc dijo que en la entidad no habían llamado a Esprode para corroborar la veracidad del contrato.