ALFREDO MERINO
QUÉ: galardones de la Sociedad Geográfica.
CUANDO: anoche, en el Palacio de Congresos.
POR QUÉ: sir David Attenborough y Pedro Duque figuraban entre los distinguidos.
La Sociedad Geográfica Española (SGE) entregó anoche sus premios anuales. Bajo la presidencia de S. A. R. el Príncipe de Asturias, el acto se celebró en el Palacio de Congresos de Madrid y contó con la plana mayor de los especialistas y amantes de los viajes y los lugares remotos.
El Premio Internacional correspondió a Sir David Attenborough, «por su importante contribución a la divulgación de la biodiversidad de nuestro planeta a través de sus documentales», señaló la SGE en las actas de los galardones. Entre viaje y viaje, y con 81 años cumplidos, Attenborough se mostró satisfecho con el premio. «Sobre todo, porque redundará en el conocimiento y respeto a la naturaleza». «Es muy importante conservar el planeta y evitar que se deteriore, y para eso la gente tiene que conocer cómo es y en qué situacion está. Ése es mi trabajo», añadió.
El Premio Nacional recayó en Pedro Duque, el primer español que viajó al espacio. La SGE reconoce así su papel de pionero en lo que debe considerarse como una nueva etapa de la exploración. Por su parte, el Premio de Investigación se lo llevó el Proyecto Djehuty, que da nombre a una de las actividades arqueológicas más importantes que se están realizando en Egipto y que está siendo llevado a cabo por científicos españoles. Al frente del contingente figura el arqueólogo José Manuel Galán. «Es el reconocimiento al trabajo de un equipo de 15 personas durante siete años. Y nos quedan otros 15 como mínimo», reveló.
Otros premiados fueron la Fundación Territori i Paitsatge, que recibió el Premio Iniciativa/Empresa «por sus innovadoras actuaciones para la conservación del patrimonio natural y el paisaje»; la revista divulgativa Quercus, que se adjudicó el Premio Editorial, y el fotógrafo José Manuel Navia, que se llevó a las manos el Premio Imagen.
El Premio Viaje del Año, por último, distinguió la vuelta al mundo de una réplica exacta de la Nao Victoria, que emuló en una llamativa aventura los avatares de una de las carabelas con las que Magallanes y Elcano realizaron la primera circunvalación terrestre hace cinco siglos.
Más información en Ciencia página 34.
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