IRENE HDEZ. VELASCO. Corresponsal
ROMA.-
Romano Prodi ha dejado de ser un demonio para la Santa Sede. El motivo de la rehabilitación de quien hasta la semana pasada pasaba por ser una especie de bestia negra para el Vaticano es claro: el rotundo viraje en cuestiones de política familiar que Il Professore se ha visto obligado a llevar a cabo después de que, el pasado miércoles, cayera su Gobierno.
Un abrupto cambio de rumbo que hoy alcanzará su clímax, cuando, a partir de las 17.00 horas, Prodi se dirija al Parlamento en un discurso previo a la moción de confianza a la que mañana se someterá en el Senado -donde cuenta con una exigua mayoría- y no diga ni una sola palabra sobre el reconocimiento de una serie de derechos a las parejas homosexuales y heterosexuales de convivientes. Prodi, un católico practicante, hablará de defender a la familia, sí, pero sólo a la familia tradicional.
Los durísimos enfrentamientos que durante las últimas semanas han marcado las relaciones entre el Ejecutivo italiano y la Santa Sede, comparables sólo a los que se vivieron en 1978 con la legalización del aborto y que han jugado un papel importante en la crisis política desencadenada en el país transalpino, ya son cosa del pasado. La aprobación de una ley de parejas de hecho, una promesa plasmada en el programa electoral de la coalición de centroizquierda, ya no figura entre los 12 mandamientos que recogen las prioridades de Prodi.
Y no sólo eso: en la intervención que llevará a cabo hoy en el Parlamento, Il Professore defenderá el lanzamiento de políticas de apoyo a la familia. Según todos los indicios, Prodi podría prometer que, si es refrendado como primer ministro, aumentará las ayudas económicas por hijo.
El 'sí' de Andreotti
El Vaticano no oculta su satisfacción ante el volantazo que la coalición de centroizquierda se ha visto obligada a dar a fin de mantenerse en el Poder y atraer a sus filas a los democristianos de Marco Follini, cuyos votos pueden resultar fundamentales para permitir la continuidad del Ejecutivo.
«Me parece que los predicamentos de Benedicto XVI están sacudiendo y orientando las conciencias. Las preocupaciones de la Iglesia por la familia comienzan a ser tomadas con la debida consideración», se felicita por ejemplo el cardenal Javier Lorenzo Barragán, presidente del Pontificio Consejo de la Salud, en declaraciones ayer al rotativo La Stampa.
El propio Giulio Andreotti, uno de los principales responsable de la caída del Gobierno al abstenerse durante la votación el miércoles de la semana pasada en la que se sometía a juicio del Senado la política exterior del Ejecutivo, ya ha anunciado que mañana votará a favor de Prodi durante la moción de confianza.
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