La predicción de que Wade ganará con más de la mitad de los votos, una alternativa que según sus rivales sólo sería posible gracias a un fraude, despierta inquietud sobre posibles disturbios en uno de los pocos estados africanos que no ha tenido un golpe desde su independencia. Sin embargo, la misión de observadores enviada por la Comunidad Económica de los Estados de Africa Occidental aseguró que las elecciones fueron «libres y transparentes».

El primer ministro, Macky Sall, director de la campaña de Wade, aseguró que los resultados parciales recogidos por sus representantes en las sedes electorales mostraron una participación récord del 70%, con un fuerte liderazgo de alrededor del 57% para el octogenario Wade.

«Éstos no son resultados oficiales y no contribuyen a un clima de serenidad», dijo el domingo por la noche un portavoz de la Comisión Electoral Nacional Autónoma.

Wade llegó al poder en 2000, poniendo fin a cuatro décadas de dominio del Partido Socialista, en lo que fue en su momento uno de los primeros traspasos de mando de un gobierno electo a otro en Africa, reforzando las credenciales del país del oeste africano como una democracia pacífica.