Hay situaciones en la vida en que la verdad y la sencillez forman la mejor pareja (Jean de La Bruyère)
OPINION
Impresiones
Una sentencia salomónica que no hace Justicia
A la esperada sentencia de la Corte Internacional de la ONU (CIJ) sobre la limpieza étnica en los Balcanes le cabe el dudoso honor de no haber contentado a nadie. El tribunal exonera a Serbia de cualquier responsabilidad directa en el genocidio bosnio -cuyo exponente máximo fue la matanza de 8.000 musulmanes en Srebrenica en 1995- y al mismo tiempo señala que sus gobernantes violaron la legislación internacional al no prevenir la masacre ni ayudar a castigar a sus responsables. El carácter histórico de la sentencia es innegable: es la primera vez que la CIJ aplica el tipo de genocidio. Sin embargo, su lenidad ha encrespado los ánimos entre los musulmanes bosnios, que esperaban una reparación moral -y económica- por los crímenes de la guerra. El tribunal parece haber optado por un fallo salomónico, probablemente influido por el complicado contexto político de la región. A la espera del pronunciamiento de la ONU sobre Kosovo, una sentencia más dura habría avivado aún más las ascuas del ultranacionalismo serbio, que ya tiene un amplio respaldo electoral. Cabe esperar que la benevolencia del fallo sea al menos un acicate para que quienes ahora gobiernan en Belgrado -Tadic y Kostunica- entreguen a la Justicia al general Mladic y Radovan Karadjic, responsables directos de la limpieza étnica. Diga lo que diga la ONU, hoy nadie duda de que uno y otro cumplían órdenes de Slobodan Milosevic.