Miércoles, 28 de febrero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6282.
ÚLTIMAS NOTICIAS TU CORREO SUPLEMENTOS SERVICIOS MULTIMEDIA CHARLAS TIENDA LOTERÍAS
Primera
Opinión
España
Mundo
Ciencia
Economía
Motor
Deportes
Cultura
Comunicación
Última
Índice del día
Búsqueda
 Edición local 
M2
Catalunya
Baleares
 Servicios 
Traductor
Televisión
Resumen
 de prensa
Hemeroteca
Titulares
 por correo
 Suplementos
Magazine
Crónica
El Cultural
Su Vivienda
Nueva Economía
Motor
Viajes
Salud
Aula
Ariadna
Metrópoli
 Ayuda 
Mapa del sitio
Preguntas
 frecuentes
Lo verdadero es siempre sencillo, pero solemos llegar a ello por el camino más complicado (George Sand)
 CATALUNYA
MUSICA / Brazilian Girls
El ritmo depurado
JAVIER BLANQUEZ

Brazilian Girls

Escenario: La (2) de Apolo. / Fecha: 26 de febrero.

Calificación: ***

Al escuchar sus discos, se percibe claramente que Brazilian Girls es un proyecto de estudio: suenan muchas ideas diferentes y todas en su sitio a la vez que se cruzan entre sí.

Es la gran virtud -y por contra, también el talón de Aquiles- de este cuarteto neoyorquino políglota, omnívoro y post-moderno: son una fusión global de ritmos y culturas, fáciles de digerir porque nunca se desapegan del lenguaje del pop y del de la música electrónica, pero a la vez dispersos y caprichosos como en su nuevo disco, el regular Talk to la bomb (Verve, 2007). En cualquier caso, si bien en la escucha doméstica se nota su vocación de grupo de estudio, detallista hasta el punto de la obsesión enfermiza, Brazilian Girls son toda una sorpresa en directo. Porque, milagrosamente, son mejores aún cuando están encima de un escenario.

El proyecto Brazilian Girls, de hecho, nació en un club de Manhattan, el Nublu, un pequeño rincón del downtown en el que, con poco público y buenos medios, la cantante Sabina y los tres cerebros musicales del grupo pudieron experimentar con todo tipo de sonidos, ritmos e influencias. Ahí se curtieron, tocando cada noche para una parroquia que casi nunca se solía repetir. Todo valía porque había que soprender, y cuando todo vale es imperativo ser conciso si se pretende que el mejunje funcione en directo. Y el de Brazilian Girls funciona. Es sólido y no se anda por las ramas.

De las muchas influencias que se perciben en sus canciones, a la hora de la verdad, son capaces de jerarquizarlas y sacar a relucir aquellas que transmiten la mayor carga de energía: ritmos de baile y melodías pegadizas. Los detalles de bossa nova, de jazz fusión, el resto de ritmos latinos quedan en un segundo plano. No es que desaparezcan, porque incluso cuando el concierto lo tenían arriba no dudaron en bajar el ritmo y jugársela con la balada Me gusta cuando callas. Pero nunca le ganan la partida a la percusión, o al groove más impactante.

Los chicos de Brazilian Girls son buenos músicos. El percusionista es una máquina de precisión que toca en tiempo real los complejos y sincopados ritmos del drum'n'bass. Y el resto no le va a la zaga. Y Sabina, aunque sea una frontwoman distante -con los ojos tapados por el flequillo, creando una barrera comunicativa entre el público y ella-, es también una líder con un carisma por pulir y, sobre todo, con las tablas y la buena voz necesaria para conducir a buen puerto un viaje que podría haber sido accidentado y acabó transcurriendo en una precisa línea recta. Un viaje que acababa, inevitablemente, en los pies.

recomendar el artículo
portada de los lectores
copia para imprimir
Información gratuita actualizada las 24 h.
 SUSCRIBASE A
Más información
Renovar/Ampliar
Estado suscripción
Suscríbase aquí
Suscripción en papel
  Participación
Debates
Charlas
Encuentros digitales
Correo
PUBLICIDAD HACEMOS ESTO... MAPA DEL SITIO PREGUNTAS FRECUENTES

elmundo.es como página de inicio
Cómo suscribirse gratis al canal | Añadir la barra lateral al netscape 6+ o mozilla
Otras publicaciones de Unidad Editorial: Yo dona | La Aventura de la Historia | Descubrir el Arte | Siete Leguas

© Mundinteractivos, S.A. / Política de privacidad