CARLOS ALVARO ROLDAN. Corresponsal
BERLIN.-
La libertad de prensa en Alemania recibió ayer un claro espaldarazo por parte del Tribunal Constitucional, que declaró contrario a la Carta Magna la toma de la redacción de la revista Cicero y de la vivienda de uno de sus redactores por parte de la policía tras la publicación, en 2005, de un documento secreto relacionado con el terrorismo.
Todas las formaciones políticas, incluso las que gobernaban en aquellos días, el Partido Socialdemócrata (SPD) y Los Verdes, dedicaron grandes elogios a la decisión de la Corte, que evita a la publicación responder de un supuesto delito de «complicidad y traición en la divulgación de un secreto».
Todo comenzó el 12 de septiembre de 2005, con Otto Schilly en el Ministerio del Interior, cuando los agentes, por orden de la fiscalía de Potsdam, entraron en la revista y precintaron la redacción y la vivienda de su reportero Bruno Schirra. Éste acababa de publicar un artículo donde se desvelaba un informe confidencial de la Bundeskriminalamt (policía federal) en el que se vinculaba a los líderes de Al Qaeda, Osama bin Laden y Abu Mussab al Zarqawi, con Irán en planes terroristas.
Durante el juicio, el redactor jefe de la revista, Wolfram Weiner, se acogió a la libertad de prensa, inscrita en la Ley Fundamental de Alemania. En su decisión, la Corte Constitucional establece que la publicación parcial de un documento secreto no justifica una investigación, y que, para lanzarla, es necesario disponer de elementos más concretos.
Los magistrados señalan que «las investigaciones y retención de documentación en un caso que atañe a la prensa son ilegales si tienen como objetivo único hallar la identidad de un informador». Desde las filas del SPD, Dieter Wiefelspütz felicitaba al Tribunal por su sentencia. «Con ella se apuntalan importantes principios. Para la libertad de prensa, la decisión tendrá consecuencias», añade. Jürgen Gehb, portavoz parlamentario de la Unión Socialdemócrata-Unión Socialcristiana (CDU-CSU), declaraba que la sentencia «fortalece la libertad de prensa».
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