Déjame llevarte / porque voy a los campos de fresas. / Nada es real / y no hay nada por lo que preocuparse. / Campos de fresas para siempre, escribió Lennon en el pegadizo estribillo, que le sobrevino durante su estancia de seis semanas en tierras almerienses. La hipótesis del vicepresidente de la Asociación John Lennon Almería Forever, Adolfo Iglesias, es que, desolado por el desértico paisaje, Lennon se dejó llevar por la nostalgia al conocer el verde jardín de ese palacete, el cortijo Santa Isabel. Y olvídense de los ácidos.

Cuatro décadas después, la estela de aquel viaje y el vínculo de Almería con Lennon han permitido que su figura se congele forever en una escultura colocada en la céntrica Rambla de la ciudad. La obra de Carmen Mudarra toma alguna fotografía de aquel viaje y muestra a un Lennon insólito, vestido de militar, con las piernas cruzadas, como era su costumbre, y una guitarra española. «Es un Lennon irrepetible, en ningún otro momento de su vida tuvo este aspecto tan sereno», dice la artista. Además, fue en Almería donde, por primera vez, se vio al cantante cargar con sus anticuadas lentes circulares, que habrían de convertirse en un icono cultural del siglo XX.

Aquel desértico rincón del sureste español, donde Lennon probaba suerte como actor sin gran fortuna, siguió en su memoria hasta pocos días antes de su muerte. En la última entrevista escrita que concedió, confesó que las cosas en el grupo habían empezado a cambiar en ese invierno de 1966. «Justo antes de que nos conociéramos [Yoko Ono y Lennon] fui a Almería para hacer la película. Salir me hizo muy bien. Estuve allí seis semanas y escribí Strawberry fields forever, por cierto. Me dio tiempo para pensar en mí mismo. Desde entonces, busqué a dónde ir pero no tuve el empuje suficiente para dejar el barco y aparqué la idea».

Documentos como ése condujeron al beatlemano Adolfo Iglesias hasta el palacete. El inmueble, hasta hace poco tiempo abandonado, está siendo restaurado por el Ayuntamiento de Almería para albergar un Museo del Cine. Historia para ello tiene, pues también alojó en su día a Sam Spiegel, productor de Lawrence de Arabia y Rainer Werner Fassbinder.

Otro que pasó por ahí fue Juan Carrión, un profesor de inglés que en los 60 transcribía laboriosamente las letras de la banda para emplearlas como material didáctico. Cuando Lennon llegó a Almería, Carrión logró una cita con él. Media hora corta de «conversación afable e intensa» en la que el docente mostró los cuadernos con las letras de los Beatles. Lennon, conmovido, le prometió que, en adelante, imprimiría en un libreto los textos de sus canciones. Meses después, Seargent Pepper se convirtió en el primer LP con los temas musicales impresos en su carpeta.