Miércoles, 28 de febrero de 2007. Año: XVIII. Numero: 6282.
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 DEPORTES
Alto riesgo en Sevilla
LOPERA Y DEL NIDO FIRMAN UNA PAZ CON TRAMPA LA FEDERACION ESPAÑOLA AMENAZA CON SUSPENDER HOY EL DERBI DE COPA
ANTONIO FÉLIX

SEVILLA.- Los ultras se han apoderado del derbi. La noticia es que los ultras son los dirigentes del Betis y del Sevilla. Quienes debieran ser garantes de la calma que venía caracterizando a los últimos partidos entre estos vecinos se han convertido en sus peores incendiarios. Después de un incansable ejercicio de irresponsabilidad y patético radicalismo, los peores augurios se ciernen sobre el encuentro de hoy (20.00 horas, PPV), en el que, por cierto, ambos equipos se juegan en el Manuel Ruiz de Lopera su pase a las semifinales de la Copa del Rey (0-0 en la ida).

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Y eso, pese al remiendo que ambos clubes colocaron en la noche de ayer. Después de que la Federación Española amenazara con suspender el partido si la guerra continuaba, los mandatarios del Betis y del Sevilla alcanzaron un inquietante punto de encuentro.

Inquietante porque, pese a que ambos anunciaron que firmarían el pacto que les reclamaba la Federación, hablaban de cosas distintas.

Así, mientras el Sevilla se refirió a un comunicado inicial de la Federación «de disculpas mutuas», el Betis habló de un «texto posterior corregido», en el que el club verdiblanco «aceptaba las disculpas del Sevilla».

Ante la trampa, las perspectivas son que el reencuentro sea insuficiente para que el partido se celebre bajo los mínimos parámetros de seguridad. El agua para apagar el incendio es demasiado turbia.

La chispa inicial, como se recordará, saltó en el último encuentro que les enfrentó en la Liga (el pasado 10 de febrero), cuando el presidente del Sevilla, José María del Nido, se negó a recibir un obsequio del Centenario bético delante de un busto de Manuel Ruiz de Lopera.

Insultos.

Tras el desplante -pregonado por la megafonía del estadio-, el palco bético se convirtió en un polvorín. Los dirigentes acabaron el partido entre empujones e insultos. El Betis terminó por romper relaciones y anunció que no dejaría entrar «de por vida» a Del Nido en su campo.

Y hasta ayer se mantenía en esa postura. «Estáis dando un ejemplo vergonzoso», llegó a espetar a los mandatarios de uno y otro club el presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves. A instancias del dirigente autonómico se produjo ayer la primera reunión entre los presidentes del Betis y del Sevilla desde que acaecieron los lamentables incidentes. Diecisiete días después, y con el derbi encima, José León y José María del Nido aceptaron verse las caras. Pero la cosa no marchó.

Tras una cita de dos horas y media, cada uno salió a la carrera y por puertas diferentes. Por supuesto, no hubo la fotografía de la paz con la que se había especulado. El esperpento continuaba.

Por las buenas no había manera. Así que el resto de instituciones comenzaron a tirar cañonazos de aviso. Disparó la Federación Española de Fútbol, que envió a ambos clubes un ultimátum: si no había acuerdo, instaría a la suspensión del partido, al no poder garantizar la seguridad de los aficionados.

Presionados, los clubes comenzaron a aflojar. Por la noche, a su llegada a la cena que la Junta ofrecía antes de condecorar al Betis con la medalla de Andalucía, el máximo accionista verdiblanco, Lopera, declaró con no poca ironía: «La carta de la Federación es muy mona y ya la hemos firmado».

El secretario de la Federación, Jorge Pérez, advirtió que lo que el Betis aceptaba era una versión corregida en la que «el Sevilla pediría disculpas, el Betis las aceptaba y se permitía a Del Nido y los aficionados acceder al estadio».

Poco después, el Sevilla, tras un consejo de administración extraordinario, anunciaba que también firmaba «el documento de paz» de la Federación, ¡pero la primera versión! En ella «los consejos de administración de los dos clubes se piden disculpas mutuas por los incidentes acaecidos en el partido de Liga celebrado en el citado escenario el pasado 10 de febrero».

Así pues, lo que en un principio parecía una veta de esperanza para el derbi se volvía a nublar. El portavoz de la Federación, Jorge Carretero, confirmó que «los clubes han firmado cartas distintas».

Si todo sigue igual, la Federación encontrará motivos sobrados para suspender el encuentro. El Betis ya ha anunciado que no tiene sitio para los hinchas sevillistas ni para Del Nido. Los radicales Biris han dicho que asistirán de todas formas. La guerra está anunciada.

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