S. SALAS DE VEGA
Si finalmente se disputa, el partido de esta noche va a ser para machotes de verdad. Con el pase a semifinales de la Copa, el Betis se juega adecentar ni más ni menos que la temporada de su Centenario, que está siendo tan sufrida. El Sevilla tiene miras más altas, pero precisamente teme la incidencia, en lo anímico, de un golpazo hoy en su lucha por la Liga y la defensa de su título en la UEFA.
En principio, existe la seguridad de que la tensión va a cerrar el partido. Los precedentes refrendan esta impresión. El Betis viene de firmar tres empates a cero seguidos y el Sevilla ha sobrevivido con su consistencia defensiva durante el bajón con que comenzó el año, y que ya parece haber superado.
Precisamente un defensa, el recuperado Juanito, será la principal novedad que introduzca Luis Fernández, muy satisfecho por el «respeto» que dice haberse ganado del Sevilla.
«El mejor equipo del mundo no ha podido con nosotros, y ahora ya reconocen que sería un palo no clasificarse. Lo tienen bien pensado. Eso quiere decir que al Betis ahora se le respeta más», opina. En el Sevilla, Juande Ramos piensa y repiensa cómo resolver el crucigrama que se le presenta con el Betis hoy y con el Barcelona, en la Liga, el sábado (partido para el que posiblemente reserve a titulares como Adriano).
Desde la concentración de Cartaya, el técnico se «sorprende de que estén tan contentos de empatar con el Sevilla. Para ellos parece un éxito histórico el empate, así que eso te dice del nivel de uno y otro».
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