JAVIER EXPOSITO
MADRID.-
Nadie se lo explica. Y menos él, uno de los no habituales en el once del Real Madrid. Raúl Bravo habló ayer del «raro» pacto acordado entre Fabio Capello y Emerson para que el brasileño no saltara al campo en el partido de Champions ante el Bayern Múnich, debido al miedo escénico que le provoca el público del Bernabéu. «Personalmente, no sé qué tipo de acuerdo tenían ni si lo tenían. No sé si se negó o si hubo un pacto entre ellos. Es una decisión técnica que tendrá sus ventajas. No lo veo normal, pero el míster tendrá sus motivos. Es raro convocar a un jugador que luego no va a jugar», afirmó.
El lateral valenciano no pudo ocultar su asombro. Y es que para un jugador que no cuenta con el favor del entrenador (de hecho, ya quiso desprenderse de él en diciembre), no debe resultar muy agradable que un compañero elija cuándo o no jugar. Raúl Bravo sólo ha entrado de inicio en el once tres veces en toda la temporada. La llegada de Marcelo en diciembre supuso un golpe para su candidatura a sustituto del incombustible Roberto Carlos. Cuando ambos se lesionaron, todo apuntaba a su titularidad, pero el salto del imberbe Torres, procedente del Castilla, le ha dejado meridianamente claro que Capello no le tiene presente en sus oraciones.
A pesar de su situación, quiso poner paños calientes a una realidad muy cruda. «Jugué un rato contra el Bayern y me resentí de unas molestias que tengo desde hace un mes y no termino de estar bien, por eso a veces entro y salgo, por la lesión».
Las palabras de Bravo llegan después del revuelo montado por el director deportivo del club, Pedja Mijatovic. El montenegrino salió el lunes al paso de las críticas hacia el italiano, después de que quedara en entredicho su liderazgo en el vestuario al dejar sin sanción el acto de indisciplina de Emerson que las cámaras dejaron al descubierto. «Ante unas imágenes y los informes del técnico, tengo que creer al entrenador y al jugador, que han dicho que en ningún momento se ha negado a jugar».
Así, Mijatovic quitaba hierro a la enésima contradicción del transalpino esta temporada. El técnico castigó a Cassano por criticar su suplencia y a Beckham por su fichaje por Los Angeles Galaxy y, pese a reiterar numerosas veces la negativa a concederles el perdón, volvió a contar con ellos. Ambos apestados le salvaran la papeleta ante la Real Sociedad y el Atlético de Madrid, por lo que Capello se lo habrá pensado dos veces antes de volver a dejar de lado más efectivos.
Mijatovic dio la cara por el penitente Capello, pero a costa de no dejar muy bien a uno de los profesionales de la plantilla. «Emerson es un jugador bastante cuestionado en nuestro campo, hablaron de no salir a calentar para evitar a la gente pero le convocó porque en un momento determinado podía solventar problemas en el centro». Precisamente problemas es lo que le sobran a un técnico que sabe que su futuro no pasa por Madrid.
Y sobre el estado comatoso que atraviesa el equipo también habló Casillas, la última esperanza blanca a tenor de lo visto en los últimos partidos. «Nosotros tenemos que estar dentro del partido desde el primer momento, no tener esos 10 minutos mirando qué hace el contrario. Lo que hay que hacer es estar metido desde el inicio, plantar cara y decir: 'somos el Madrid'».
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