ESTRELLA ROJA 72
REAL MADRID 83
Markovic (0)
Radivojevic (6)
Gurovic (18)
Dragicevic (16)
Misanovic (2)
Milosevic (2)
Burks (5)
Popovic (8)
Antic (9)
Kovac (6)
Raúl López (5)
Bullock (22)
Tomas (2)
Hervelle (9)
Sekulic (6)
C. Smith (15)
Tunceri (0)
F. Reyes (19)
Milic (5)
Sonseca (0)
s.c.
Arbitros: Ziemblicki, Cerebuch y Cmikiewicz
PABELLON PIONIR. 7.000 ESPECTADORES.
Descalificados: Dragicevic (min. 39).
Cuando Felipe Reyes saltó a la pista mediado el primer cuarto, la Sala Pionir estalló en un tremendo abucheo. Recordaba el caliente público balcánico -cuyo pabellón ha estado clausurado los dos últimos partidos de la competición por el lanzamiento de objetos- el cabezazo del pívot a Pero Antic en Vistalegre, en el encuentro de la primera fase. Pero ayer, ni el infierno de Belgrado fue capaz de amedrentar al Real Madrid, que, con un partidazo de Bullock y del propio Reyes, ganó y obtuvo una magnífica renta para la vuelta de los cuartos de final de la ULEB.
El Madrid aplacó el tremendo ambiente desde el principio, como quería Plaza. En el partido de la primera fase, la nefasta salida blanca fue una de las claves de la derrota. Aunque Milan Gurovic comenzó haciendo daño, cuando Charles Smith salió a la cancha le empezó a ensombrecer. Esa primera parte fue un toma y daca, con predominio de los ataques, con grandes porcentajes de tiro.
La única vez que se encendieron las alarmas fue cuando el ex compañero de Pau Gasol en Memphis, el base Antonio Burks -único norteamericano del Estrella Roja- tuvo un minuto de inspiración y con dos penetraciones sensacionales puso la ventaja local en siete puntos mediado el segundo acto (42-35). Plaza reaccionó y su equipo incluso consiguió irse con ventaja al descanso.
En el tercer cuarto todo cambió, en gran parte por la seriedad exhibida por los blancos a la vuelta de los vestuarios. Era el momento de la verdad, de dar el golpe necesario para no complicar la eliminatoria, y el Real Madrid, principalmente de la mano de Reyes, tiró de su manual. Apretó en defensa y aplicó inteligencia a sus ataques, de tal forma que los balcánicos sólo eran capaces de frenar el ímpetu blanco a base de faltas.
Así, la ventaja empezó a aumentar poco a poco. Cuatro, seis... hasta nueve puntos (53-62, min. 27, tras un triple de Charles Smith) logró el Madrid de renta, ante la impotencia local. Y en vez de conservar, tras el intento de reacción del Estrella Roja, los de Plaza lograron otra máxima al final del cuarto (57-68).
En el cuarto definitivo, el equipo de Dragan Sakota se suicidó ante la seriedad blanca. Ni el público era capaz de levantar el ánimo de sus jugadores, incompetentes ante las embestidas de los de Plaza, que no bajaron los brazos en busca de sentenciar la eliminatoria. El único pero ayer fue el esguince de tobillo de Marko Milic. El Unics Kazan ruso, que venció de 30 ayer, ya espera al Real Madrid en las semifinales.