JUAN T. DELGADO
MADRID.-
Repsol YPF no ha podido disfrutar en 2006 de unas ganancias tan abultadas como las del resto de sus rivales. Los problemas en Argentina y Bolivia congelaron el beneficio neto de la petrolera, que cerró el año con un incremento del 0,1%, hasta los 3.124 millones. Lo acontecido en Latinoamérica explica el giro que la multinacional quiere aplicar a su estrategia. Según avanzó ayer el presidente del grupo, Antoni Brufau, el gran objetivo a medio plazo de Repsol YPF es expandirse fuera del Cono Sur, con el fin de compensar los riesgos.
Para dar fe de ello, la petrolera aprovechó la presentación de los resultados para anunciar el mayor descubrimiento de su Historia. El yacimiento en cuestión -con unos recursos de 474 millones de barriles de crudo- se encuentra en Libia, un país llamado a convertirse en destino clave de la inversión de Repsol YPF en los próximos años.
El 64% de las inversiones que realizará este año (3.174 millones) en explotación y producción se harán fuera del área comprendida por Argentina, Bolivia y Brasil. Los negocios del refino y el marketing de esta región asestaron el mayor varapalo a las cuentas del año pasado. En 2005, Repsol YPF obtuvo un resultado antes de impuestos de 563 millones de euros en el Cono Sur. Esta cifra cayó hasta los 12 millones en 2006. El resultado global de las operaciones de refino y marketing en 2006 cayó un 30,9%, hasta los 1.855 millones de euros. Por el contrario, la actividad de exploración y producción cerró el año con un incremento del 1,2% (3.286 millones).
En el recorte de los ingresos han influido, sobre todo, dos variables. Por un lado, la congelación de los precios energéticos en Argentina, que ha impedido a la petrolera trasladar al consumidor el consistente encarecimiento del barril de crudo. Por otro, el descenso de los márgenes de las refinerías, en comparación con los niveles récord registrados en 2005.
Ayer, Brufau se mostró comprensivo con el Gobierno de Néstor Kirchner. Y admitió que, en ningún momento, se ha planteado reducir el peso del país suramericano en la cartera de negocios de la multinacional. «No hay que olvidar que el país sufría hace poco una crisis gravísima», recordó, antes de apostillar: «Nosotros estamos ayudando a pagar la factura» del despegue económico.
El ajuste a la baja de las reservas en Bolivia también tendrá un impacto negativo en las cuentas, que rondará los 300 millones durante los próximos seis años.
Dentro de España, Brufau dejó una puerta abierta a la posible integración con Gas Natural, a la vista de las «sinergias» existentes. Pero reconoció que este matrimonio es sólo una opción más entre todas las que baraja el grupo de cara al futuro. «Nuestra responsabilidad es estudiar todas las oportunidades que surjan», aseguró el presidente de la petrolera, que controla el 30% del capital de Gas Natural.
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