Citando fuentes de la empresa que no identificó, la emisora indicó que el plan de ajuste conocido como Power 8 incluye el cierre de una planta en Francia, tres en Alemania y una en España. Además, prevé la venta de otras tres instalaciones situadas en Alemania, Reino Unido y Francia, indicó BFM.

Las noticias difundidas por este medio dejaron gélidos a los empleados de Airbus en España. Máxime cuando fuentes de la empresa habían señalado el pasado lunes que el recorte no tendría impactos destacables en las factorías españolas. En principio, el ajuste aprobado por la dirección contemplaba la actividad de las tres factorías: Getafe (Madrid), Illescas (Toledo) y Puerto Real (Cádiz). En total, son más de 3.100 los empleos que dependen de forma directa de los tres centros. De forma indirecta, más de 9.000 asalariados dependen de los trabajos del constructor.

La pata española de Airbus ya se ha empleado para amoldarse a las necesidades de la producción tras las demoras acumuladas en las entregas del A-380, el superjumbo europeo. De hecho, los sindicatos y la dirección pactaron a finales del pasado año un Expediente de Empleo Temporal para unas 300 personas por un plazo medio de 50 días por año.

El propio vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes, subrayó también el pasado lunes que los recortes del constructor aeronáutico no tendrían consecuencias para los intereses de la industria española.

Paro en Francia

En Francia, la vendida sería la planta de Méaulte, cuyos trabajadores fueron convocados ayer a un paro laboral en protesta por la clausura.

La emisora indicó, además, que el plan prevé la supresión de 10.000 empleos, la mitad de los cuales de la plantilla de Airbus y el resto interinos y subcontratas, y recalcó que no habrá despidos «secos», es decir, sin alternativas (recolocación interna, prejubilación, no renovación de contratos interinos, etcétera).

Con respecto al reparto de la carga de trabajo, BFM indicó que Alemania participaría finalmente en el programa del futuro A350, el nuevo modelo con el que la industria europea pretende competir con el B787 del grupo estadounidense Boeing.