M. S.
MADRID.-
Volvió Jesús Caldera al Congreso. Volvió a presidir una reunión del Grupo Parlamentario Socialista. Y volvió a ponerle las pilas a los parlamentarios, como hizo en la oposición durante cuatro años.
Según fuentes consultadas, Caldera instó a todos los diputados a vender «agenda social», «sacar pecho» y no «amilanarse» ante el PP.
El ministro de Trabajo abrumó con unos datos que, a todas luces, son significativos: aumento de las pensiones más bajas, tasa de creación de empleo, subida del Salario Mínimo Interprofesional, etcétera.
Y, además, destacó tres leyes: la de Dependencia, la de Igualdad y el Estatuto del Trabajo Autónomo, que se aprobará el próximo jueves.
Caldera, que entregó a cada diputado un dossier con datos por territorios, jaleó a los parlamentarios a que vendan la gestión gubernamental en cada una de sus provincias. «Hemos cumplido el 95% del programa y, cuando acabe la legislatura, cumpliremos más del 100%», dijo.
El discurso, según varios diputados, gustó e, incluso, se podría decir que hacía falta. De hecho, hubo un gran aplauso final para el ministro.
No obstante, no faltaron sus críticas. Así, Isabel López i Chamosa no olvidó sus raíces sindicalistas y pidió al ministro que, además de trabajo, habría que garantizar trabajo de calidad y con sueldos dignos.
Otro sindicalista y diputado, Luis Fernández Santos, dijo: «Compañero ministro, dígale al compañero presidente que reciba a los colectivos de jubilados, que lo prometió y no lo ha hecho». Caldera se sonrió y prometió trasladar el mensaje.
|