Y es que, además de la sustitución del fallecido Alfonso Perales por la dirigente andaluza Carmen Hermosín, también abandonará la dirección del partido una histórica en la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero: Trinidad Jiménez.

Según fuentes consultadas, la actual secretaria de Estado para Iberoamérica ha comprobado, desde el último Comité Federal, la dificultad de compaginar su nuevo puesto con el área de Política Exterior que lleva en el PSOE.

Aunque sigue contando con el respaldo total de Zapatero, los citados problemas de agenda, junto a la menor libertad que tiene para opinar de temas políticos de actualidad dado su cargo institucional, le han conducido a pactar esta decisión, que ya se planteó en el pasado Comité Federal, como informó EL MUNDO.

Su sustituta, según fuentes socialistas, será la eurodipuatada Elena Valenciano.

Valenciano, que ya estuvo en todas las quinielas para entrar en la Ejecutiva en el pasado Congreso del PSOE, llevará el área de Política Exterior. Además, la eurodiputada del PSOE está destinada a convertirse en un peso pesado en la dirección del partido que cubra, junto con Carmen Hermosín, el hueco dejado por Alfonso Perales.

De hecho, es más que probable que Elena Valenciano entre en la Comisión Permanente del partido, órgano que se reúne cada 15 días cuando no hay Ejecutiva Federal.

La salida de Trinidad Jiménez de la Ejecutiva no deja de ser llamativa, ya que Zapatero siempre la ha querido tener cerca en el partido y, además, fue una de sus valedoras para llegar a la Secretaría General del PSOE en el año 2000.

No obstante, fuentes socialistas aseguran que Rodríguez Zapatero seguirá contando con ella, y que las dos decisiones sobre su futuro político que se han tomado en los últimos seis meses -no repetir como candidata a la Alcaldía de Madrid y, ahora, salir de la Ejecutiva- nada tienen que ver con una pérdida de peso político o de influencia en el presidente del Gobierno.