El Parque Warner cambia de manos, o mejor, vuelve a cambiar de gestor. Desde su apertura en junio de 2002 el complejo ha estado capitaneado por la empresa Six Flags, por la Comunidad de Madrid y muy pronto lo estará por Fadesa, que cederá la gestión a Parques Reunidos. Piolín, el Pato Lucas y Bugs Bunny deberán acostumbrarse a los métodos de la empresa que gestiona el parque de atracciones de la Casa de Campo.
Jesús Sáinz, presidente del parque temático, se despidió ayer después de dos años al frente del centro de ocio. Se despide «sin conocer» su sucesor, pero todo apunta a Manuel Jove, el nuevo accionista mayoritario. Preside la inmobiliaria Fadesa que, tras la marcha de la Comunidad como accionista mayoritaria, se hizo con el 73,8% de las acciones. Aún no se ha fijado el día de traspaso de poderes, pero Sáinz advirtió que sería en los «próximos días». Con la nueva estructura de socios capitalistas, Fadesa se convertiría en la mayor accionista, seguida por Caja Madrid, con el 21,8% de las acciones, y El Corte Inglés, con el 4,4%.
El actual presidente se mostró «satisfecho» con la labor realizada en los últimos años, ya que era la «primera vez» que la Warner permitía que un parque se gestionara de «manera local».
La venta incluye un acuerdo de gestión con Parques Reunidos para los próximos años. Al contrario que con Six Flags, el contrato que el grupo ha firmado con Fadesa es un contrato de arrendatario, por lo que correrá más riesgos de los que corría Six Flags, ya que su acuerdo incluía sólo la gestión.
Jesús Sáinz calificó de «decisión sabia» el acuerdo con Parques Reunidos. Reconoció su labor en otros complejos y aseguró que su mayor compromiso será llevar a buen puerto la edificabilidad de los terrenos terciarios. «El Parque Warner puede ser su buque insignia».
Macrocomplejo en 10 años
El recinto tal y como está construido ahora mide 60.000 metros cuadrados, pero ya se han planteado ampliarlo hasta los 667.000. El parque seguiría ocupando el mismo espacio, pero a su alrededor se repartirían hoteles, centros comerciales y hasta un parque acuático. El proyecto se planteó hace unos años, pero en diciembre de 2006 se firmó el Convenio Urbanístico con la Comunidad Autónoma de Madrid y el Ayuntamiento de San Martín de la Vega para aumentar la edificabilidad en los terrenos propiedad del Parque Warner en 275.000 metros cuadrados, manteniendo su uso terciario.
El proyecto es ahora el principal objetivo de los accionistas del parque, ya que «no hay proyecto igual en Europa», aseguró Sáinz.
El recinto estará ocupado por tres hoteles, uno de ellos temático de la Warner y otro de bungalows, un centro comercial de más de 160.000 metros cuadrados, un Factory Outlet de 120.000 metros cuadrados y diversas zonas de tiendas y restauración y un parque acuático.
40 MILLONES DE BENEFICIO EN 2006
El Parque Warner ya está «consolidado». Así lo expresó su actual presidente, Jesús Sáinz. Para esta afirmación se basó en los datos de ingresos y visitantes de la última temporada. En 2006 superó la barrera de los 40 millones de beneficios. Los años anteriores había rondado los 35 millones, pero ayer, su presidente se mostró orgulloso al nombrar la cifra de 40,3 millones.
La pasada temporada también mejoraron en visitantes, unos 100.000 más que en 2005. La campaña de apertura que hicieron durante la Navidad influyó bastante. Los 19 días que abrieron las puertas entre los meses de diciembre y enero se congregaron 102.000 personas en el parque. No obstante, Sáinz quiso aclarar que el índice de visitantes hubiera sido positivo igualmente de no haber existido la campaña de invierno. En 2005 las cifras marcaron 1.010.000 visitantes y en 2006, 1.170.000.
La campaña, dicen, ha funcionado muy bien, especialmente con las familias.