P. HERRAIZ
Los jardineros que estaban trabajando ayer en un parque de Villaverde Bajo se llevaron un buen disgusto. Estaban arando la tierra de un lugar conocido como Las explanadas, junto a la calle de Eduardo Minguito, cuando realizaron un hallazgo macabro: un feto humano enterrado.
Al principio, los jardineros no se percataron, porque al arar vieron una caja de cartón semienterrada, algo deshecha por la humedad. Con el pie levantaron la tapa para ver si había algo dentro, y entonces vieron el cadáver del feto.
Todavía tenía el cordón umbilical, según los testigos. El suceso ocurrió hacia las 13.00 horas de ayer. Nada más encontrarlos, los operarios del Ayuntamiento avisaron al teléfono de emergencias 112, que pasó el aviso a la Policía Nacional.
Poco después, en este parque/descampado de Villaverde había una patrulla de agentes que acordonaron y custodiaron el lugar. Al cabo de unos minutos llegaron los agentes de Policía Científica y Homicidios para tomar muestras del lugar. En el terreno recién arado se veían restos de una caja de cartón azul, del tamaño de una caja de zapatos, aproximadamente. Además había un pañal muy pequeño y un paño de color rosa.
El feto estaba cubierto por una bolsa de plástico negra, en espera de que llegara el juez para ordenar el levantamiento del cadáver. Por el tamaño del niño, se cree que podría tratarse de un aborto de cinco o seis meses de edad al que su madre enterró poco después.
Autopsia
Los trabajadores de la funeraria que lo recogieron ayer lo trasladaron al Instituto Anatómico Forense, donde se le practicará la autopsia para determinar las causas de su muerte. No sería la primera vez que una mujer, asustada tras sufrir un aborto fuera de un hospital, se intenta deshacer del cadáver de su niño.
Lo único que no encajaba del todo con la idea de que se tratara de un aborto natural es la presencia del pañal en la caja, aunque las investigaciones todavía no han hecho más que empezar.
Los agentes de la Policía estuvieron durante una hora peinando la zona en busca de pruebas. No quedaron papeleras ni rincones cercanos al lugar del suceso sin registrar, aunque por el momento no se sabe de quién es el feto.
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