MATT ROBINSON. Reuters / EL MUNDO
BELGRADO.-
El partido del primer ministro serbio rechazó ayer el llamamiento del presidente Boris Tadic al Parlamento para condenar la masacre de 1995 en Srebrenica, una tragedia que la Corte Internacional de Justicia de la ONU considera como un «genocidio».
«Los responsables de todos los crímenes de guerra deberían ser identificados. [...] No creemos que fuimos los únicos en perpetrarlos», afirmó Vladeta Jankovic, dirigente del Partido Democrático de Serbia (DSS) del primer ministro Vojislav Kostunica.
Sus comentarios recalcaron la división ideológica entre las dos principales formaciones políticas, que se mostraron unidas al derrocar a Slobodan Milosevic en 2000, pero desde entonces han tenido visiones encontradas sobre cómo Serbia debería afrontar el legado del fallecido líder. El DSS y el Partido Democrático de Tadic tienen previsto esta semana llevar a cabo conversaciones sobre una nueva coalición de Gobierno, después de las elecciones de enero.
El máximo tribunal de la ONU determinó el lunes que Serbia no tuvo responsabilidad directa en el genocidio en Bosnia, cometido durante la guerra de 1992 a 1995, pero dijo que el país había faltado a su responsabilidad de impedir y castigar las matanzas masivas. Los periódicos locales informaron ayer que Belgrado había sido declarada «inocente».
Sin embargo, Tadic hizo un llamado al Parlamento para que adopte una declaración inequívoca condenando la masacre, «para abrir una nueva pagina en las relaciones entre Serbia y Bosnia». Una iniciativa similar colapsó en 2005. Sin el apoyo del DSS, el llamamiento del presidente tiene pocas posibilidades de éxito. El ultranacionalista Partido Radical, el de mayor representación parlamentaria, niega incluso que la masacre de Srebrenica haya ocurrido.
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