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| Si queréis formar juicio acerca de un hombre, observad quiénes son sus amigos (Fénelon) |
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| IMPRESIONES |
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| Tantos años perdidos como trenes llegan tarde |
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El president de la Generalitat José Montilla se quejaba ayer en el Parlament de los muchos años perdidos para las infraestructuras catalanas por la falta de inversiones durante los mandatos del PP en el Gobierno central; pero nada dijo el socialista de los muchos meses también malgastados durante el primer tripartito en emborronar las páginas del nuevo Estatut. Un texto que, ya aprobado, parece que, de momento, no está solucionando ninguno de los muchos problemas de aquellos catalanes que, cada mañana, intentan llegar con puntualidad a su puesto de trabajo y que, muchos días, no lo consiguen a causa de las constantes averías en la red de Cercanías de Renfe; de unos pasajeros que están cercanos a la rebelión y que amenazan con entrar hoy en los trenes sin haber abonado el correspondiente billete, una decisión que es difícil criticar si tenemos en cuenta las veces que han pagado por un servicio que no se les ha prestado. Mucho se habló durante la elaboración del texto estatutario catalán del traspaso a la Generalitat tanto de las Cercanías de Renfe como del aeropuerto de El Prat, pero no se llegó a ningún acuerdo; y durante todos aquellos meses volvió a quedar relegado -tanto entre las prioridades de la Generalitat como entre las del Gobierno del Estado- la necesidad de invertir en una red ferroviaria que, obviamente, poco a poco se ha ido quedando obsoleta y se ha ido deteriorando.Y es evidente que de aquellos barros, estos lodos. Embarradas, Cercanías; y enlozado, el aeropuerto de El Prat, que aún no puede adivinar a ciencia cierta si podrá competir en la primera división internacional o quedará relegado a competir en la tercera. Hoy Zapatero y Montilla tienen una oportunidad para primar las acciones y olvidar las palabras.
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