Según fuentes jurídicas, el titular del juzgado de instrucción número 11 de Barcelona ha decidido archivar el procedimiento al considerar que no hubo delito ni falta en la actuación de los Mossos d'Esquadra.

Los hechos se remontan a la mañana del 1 de febrero, cuando los Mossos d'Esquadra acudieron a una vivienda de la calle del Este de Barcelona, en Ciutat Vella, tras recibir un aviso de una vecina que denunciaba un aparente caso de malos tratos.

Los Mossos detuvieron en aquel momento al ciudadano marroquí Rimimtaoui Ch., que en el momento de la intervención policial sólo llevaba un pie calzado y fue trasladado a la comisaría en calidad de detenido.

El abogado del detenido, Máximo Godó, fue quien se percató de que su cliente iba descalzo en cuanto le asistió en la declaración, más de 30 horas después de haber sido privado de libertad.

El letrado denunció esta circunstancia ante el juez de guardia, por entender que era constitutiva de una falta de vejaciones por lo menos, pero el juzgado finalmente ha decidido sobreseer las diligencias tras considerar que no hubo intencionalidad en la conducta de los Mossos d'Esquadra.

Otro procedimiento judicial que se mantiene abierto en los juzgados de Barcelona es el del juzgado de instrucción número 24 de Barcelona, que ha imputado por el momento a tres agentes de los Mossos d'Esquadra por detención ilegal, un delito contra la integridad moral y una falta de lesiones a un cliente de una discoteca de Barcelona el pasado verano.