Fuentes de la Policía autonómica confirmaron ayer a EL MUNDO que han iniciado una investigación para esclarecer los hechos y añadieron que las diligencias han sido trasladadas a la Fiscalía de Menores, «como se hace en estos casos». Los compañeros de N. no podrían ser imputados porque son menores de 14 años.

El director del IES Mollet, Joan Moral, explicó ayer a este diario que han iniciado el protocolo que se activa en estos casos. El pasado lunes, recibió al padre del menor, que le explicó los problemas que tiene su hijo. «Me pidió que le cambiáramos de colegio, pero yo no puedo hacerlo de forma tan sencilla», explicó Moral, que aseguró que están «analizando» la situación y no descartan iniciar los trámites para cambiarlo de centro.

Tras la visita del padre de N., han mantenido diversas reuniones en el centro con los tutores y los jefes de estudios para estudiar los pasos a dar.

El director afirmó ayer que lo sucedido ha sido puesto en conocimiento de un inspector del Departament d'Educació de la Generalitat.Joan Moral aseguró que N. «es un niño normal». «No es problemático aunque tiene altibajos», añadió. El director, que recalcó que no se habían producido esta clase de incidentes en su colegio, se mostró cauto a la hora de calificar lo sucedido hasta que no tenga «todos los datos».

Abdollah, el padre de N., está muy preocupado por su hijo. Este hombre de nacionalidad iraquí y que no habla castellano acudió el lunes a la comisaría de los Mossos de Mollet a interponer una denuncia. Cree que el director del centro no le hace demasiado caso. O por lo menos el suficiente.

La hermana del menor hizo ayer de traductor de su padre. Y explicó que N. recibe insultos racistas como «moro de mierda», además «de los de siempre: gilipollas y todo eso». «A él le afecta mucho», aseguró la adolescente.